Los alumnos del CEIP Es Vivero aprenden tir de fona. | M. À. Cañellas

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El origen de la palabra ‘Balears’ se remonta a la época púnica y proviene del plural ‘ba lé yaroh’.​ El sustantivo ‘ba lé’ significa ‘los que ejercitan el oficio de’ y el verbo ‘yaroh’ significa ‘tirar piedras’. Por lo tanto, el significado final sería algo así como ‘los maestros del lanzamiento de piedras’ y estos maestros eran los honderos de las Islas. Conclusión: Balears significa ‘honderos’.

Esta fue una de las nociones que este miércoles aprendieron los alumnos de 4º y 5º de Primaria del CEIP Es Vivero durante la actividad que realizaron en el patio del centro con el hondero Pere Sastre, que estuvo acompañado por Jaume Brunet.

Durante hora y media, la docena de estudiantes se familiarizaron con cuestiones históricas además de la etimología de Baleares, como el rédito económico que recibían los honderos (mercenarios) de romanos y cartagineses, o que las piedras lanzadas eran de diversos tipos y en una de ellas se incrustaban unas astillas de madera que previamente se habían empapado en la herida infectada de algún animal para que al penetrar en la carne del enemigo éste también sufriera una infección.

La segunda parte de la jornada consistió en la elaboración de una honda, realizada con dos cuerdas y un receptáculo en el que se deposita el proyectil. Sastre, que se aficionó al tir de fona por su abuelo, que tenía 300 ovejas en Selva y asustaba a alguna ‘descarriada’ con la fona, explicó a los alumnos que lo habitual era que los honderos llevaran tres tipos de hondas: larga, mediana y corta. A más largura, más distancia y menor precisión, y al contrario, por lo que dependiendo del objetivo y dónde se encontraba, se utilizaba una u otra.

La tercera parte de la actividad consistió en ejercitarse como foners. Ayudados por los monitores, los pequeños se afanaron en lograr que el ‘proyectil’ (en este caso pelotas de tenis) impactaran en las dianas instaladas en una de las paredes del patio. Sastre explicó que un foner avezado puede lanzar el proyectil a más de 200 kilómetros por hora. Los niños se mostraron encantados con esta actividad y al final casi todos habían logrado, si no hacer diana, sí por lo menos que la pelota volara en la dirección correcta. Esta actividad forma parte de Suma’t, el programa del Consell de Mallorca que busca la promoción de la práctica deportiva entre los escolares de la Isla, y el tir de fona es, hasta el momento, la que ha contado con la participación de mayor número de alumnos.