Juanlu Serra, a los mandos del timón del ‘Ocean Phoenix’. | J.L.S.

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Se encuentra aislado en Cartagena de Indias, donde llegó en marzo con su barco Ocean Phoenix, de 24 metros de eslora, y donde esperaba la llegada de unos clientes que le habían alquilado el barco, con patrón, marinero y cocinero, para dar la vuelta al mundo durante un año y medio. Juanlu Serra, nacido en Sevilla y residente en Mallorca, se dedica al mundo de la vela desde muy pequeño. Ha sido regatista profesional en diferentes circuitos, y profesional del mundo del chárter desde hace 20 años.

Estuvo preparando su barco en el Club de Mar de Palma para cumplir su sueño –compartido con su mujer, Dery Luz Julio, – y tenía prevista su salida el 1 de abril del año pasado de Cartagena de Indias con sus clientes. Pero le tocó de lleno el confinamiento y los planes se vinieron abajo. O por lo menos, se tuvieron que cambiar las fechas programadas para este viaje.

Proyecto

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«El barco se contrató a clientes asiduos para un proyecto de vuelta al mundo durante un año y medio. Empezamos el 27 de diciembre 2019, desde Palma. Hicimos paradas en Cádiz, Tenerife, Cabo Verde, Barbados, St Vicent y las Granadinas y Los Roques, en Venezuela. Llegamos a Cartagena de Indias el 1 de marzo, donde terminábamos nuestra primera etapa. Fue una navegación muy rápida y, sobre todo, emotiva por el gran recibimiento en las diferentes escalas. Como anécdota, en Los Roques, en Venezuela, lugar idílico pero demasiado inseguro, apenas nos movimos. Así que fue un baño rápido y fuimos a pescar, lo cual nos llevó menos de una hora para llenar los congeladores de pescado fresco. La vida acuática allí es impresionante. Después, seguimos hasta Cartagena de Indias».

La embarcación, en aguas de Cartagena de Indias.

El programa de navegación seguía por el Canal de Panamá y la primera parada en el Pacífico, en las Islas Galápagos. A partir de ese momento, el velero navegaría con rumbo Oeste hasta dar la vuelta al mundo, tras su paso por Marquesas, Tahití, Fidji, Samoa, Vanuaty, Mackay, Cairns, Estrecho de Torres, Singapur, Andamán, Sri Lanka, Maldivas, Yibuti, Canal de Suez, y regreso al Mediterráneo. «Nos quedamos en Cartagena. El plan era hacer unos trabajos de pintura y mantenimiento aquí y partir para el Canal de Panamá y cruzar el Pacífico el 1 de abril con los clientes ya embarcados. Todo se paró por la COVID-19. Ocean Phoenix se quedó en un astillero con prohibición de regresarlo al agua, con la tripulación viviendo en el astillero durante meses y los clientes sin vuelos para venir a Colombia. También hubiera sido imposible salir, ya que Tahiti, Figji, Australia, etc., estaban cerrados. La conclusión mía es que gracias a Dios nos paramos aquí, en Cartagena», añade. «La intención es retomar la vuelta al mundo el 30 de marzo, los clientes están demasiados motivados y tenemos la certeza de que en estos momentos la libertad que tenemos a bordo de un barco es casi parecida a la que teníamos hace un año, antes de este desastre de pandemia. La vuelta al mundo se podría llevar a cabo y el regreso a Palma será en junio del 2021. Ocean Phoenix ya salió en plena forma de Palma y, después de ocho meses en el Astillero Ferroalquimar, aún más equipado y revisado. Desde hace ya dos meses Ocean Phoenix está navegando por aguas colombianas, estamos trabajando bastante con chárter con clientes locales y ya, poco a poco, los vuelos y el turismo extranjero están aterrizando. Tenemos un convenio y una relación muy fuerte con Fenix Beach Cartagena, a cuyo propietario, Juan Pedro Segundo, madrileño, y su mujer, la actriz Natalia Reyes, quiero agradecer su ayuda. También, y como siempre, agradecer la ayuda y la motivación siempre recibida por el Club de Mar y, en especial, a su director Jose Luis Arrom».

La esperanza está puesta en marzo. «La vuelta al mundo, en teoría, se retoma el día 30. La fecha es esa por un tema de los vientos. En el Pacífico podemos navegar desde abril hasta septiembre. Hay que salir por Australia antes de finales de septiembre, por los tifones. Si no se pudiera retomar, retornar a España sería otra opción, o quedarnos por el Caribe, otra, depende de cómo estará la situación en Europa y, más en concreto, España. Hacer frente a los gastos del barco es lo que más me preocupa. De momento, y gracias a Dios, vamos cumpliendo, aunque no es fácil.