Mónica Domínguez, Marta Isabel Antich, Mónica Calzetta, Sara Veloz y Blanca Aguado, en el café Es Vent, donde Calzetta da clases. | M. À. Cañellas

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Gambito de dama, la serie de Netflix sobre la vida de la ajedrecista Beth Harmon, que se desenvuelve en un deporte dominado por los hombres, ha devuelto la popularidad al juego del ajedrez. Y al contrario de lo que suele ocurrir con series centradas en una actividad, sus practicantes consideran que refleja muy bien el mundo del ajedrez.

En Baleares hay 958 personas federadas, de las que la gran mayoría, 856, son hombres. De las 102 mujeres practicantes de manera oficial, 71 licencias son de Mallorca, 12 de Menorca, 17 de Eivissa y 2 de Formentera. Las féminas se abren paso en el tablero.

Sara Alicia Veloz, de 11 años, lleva jugando desde los siete años. «Mi padre me enseñó. Un día vi una clase de Mónica (Calzetta). Me encantó y me apunté. Ahora juego campeonatos. Lo que más me gusta son algunas aperturas, y lo que menos que me hagan mate», explica la integrante del Club de Ajedrez Mallorca Isolani.

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En la primera fila, Celia Martínez, Olga Juan, Laís Navarro y Meylin Halilova. Detrás: Cristina Sureda, Lluïsa Viver, Aitana Hidalgo, Cati Boix y Marta Tomàs. Posan en la sede de la AVV Son Dameto, donde habitualmente juegan a ajedrez. Al fondo se puede apreciar una escena de la serie ‘Gambito de dama’. Foto: PILAR PELLICER

Inicios

Mónica Calzetta, la mejor jugadora de Baleares, ostenta el grado de Gran Maestra Femenina. «Comencé relativamente tarde, a los 11 años, gracias a mi profesor de Matemáticas, y en seguida me sedujo toda su parte estratégica». Mónica Calzetta da clases a 30 alumnos de todas las edades, y luego otras de tecnificación a un grupo más reducido.

«El fondo de la serie que me parece más atractivo es el espíritu de superación de la protagonista que saca lo mejor de sí misma a pesar de los elementos adversos que le golpean en su vida. De eso se trata, en el ajedrez analizamos dentro de una situación dada las posibilidades para elegir la mejor, adaptándose a las circunstancias de manera positiva, incluso en muchos casos intentando sobrevivir sin perder la esperanza, con determinación y utilizando toda la creatividad posible».

Calzetta destaca lo bien que están rodadas las partidas. «Kasparov ha sido asesor de la serie y se nota. Además, la actriz mueve las piezas con una precisión increíble igual que un profesional. El único fallo que he detectado ha sido de traducción, ya que al caballo le llaman ‘caballero’ y a la dama ‘reina’, que es una traducción literal porque la dama en inglés es ‘queen’». Mónica ha percibido cómo en las últimas semanas varios ciudadanos se han interesado por tomar clases. «Sobre todo en gente que antes ha jugado, pero que por diferentes motivos ha dejado de hacerlo, y quieren recuperar esta afición».

Cati Boix ha sido campeona de Mallorca y Baleares muchas veces desde los años 80. «La serie me gusta, aunque hay algún ‘exceso’, como el insulto en una partida». Marta Tomàs, de 15 años, opina que «no es necesario saber de ajedrez para ver la serie, pero si sabes, la entiendes mejor».

Una serie para aficionados y profanos

Gambito de dama es una historia ficticia que sigue la vida de una huérfana prodigio del ajedrez, Beth Harmon, papel interpretado por Anya Taylor-Joy, durante su búsqueda para convertirse en la mejor jugadora de ajedrez del mundo mientras lucha con problemas emocionales y dependencia de las drogas y el alcohol. La historia comienza a mediados de la década de los 50 y continúa hasta la de los 60, y es un serie que está gustando tanto a praticantes como a profanos en el mundo del ajedrez.