Todo tipo de eventos, además de las clases o las reuniones, se han sumado a la celebración virtual. Incluso las misas, oficiadas a veces por curas algo más inexpertos que han sufrido problemas con las tecnologías. Pero a Fabrício Rodrigues le sucedió algo bien distinto, pues le fue imposible seguir oficiándola por un ataque de risa que no pudo parar.
Este el sacerdote estaba dando una misa virtual desde la iglesia de São Félix de Valois, en Marabá (Brasil), acompañado por un músico que cantaba y tocaba la guitarra. Pero de repente, una cuerda del instrumento se rompió e impidió que pudiera seguir tocando.
Así se pudo ver en el vídeo compartido por Luísa Sousa en Tik Tok, que ya acumula casi 2.9 millones de visitas. En la publicación se oye el crujido de la cuerda y el músico continúa con su canción a capela mientras Fabrício Rodrigues empieza a reírse.
El sacerdote intenta beber el vino del cáliz, pero tiene que dejarlo en la mesa y taparse la cara entre risas. Finalmente logra beber, pero mientras limpia la copa no puede dejar de reírse.
Fabrício Rodrigues causó sensación en las redes por su 'accidentada' misa, y muchos usuarios celebraron la alegría que transmitía: «Jesús era alegre, por lo que nosotros siempre deberíamos estarlo. Me divertí mucho».
4 comentarios
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Sergi1: no he dicho que sea un pecado. De hecho, al pobre cura le ha pasado eso como a otros les puede dar una tos. Y seguro que lo ha sentido. Lo que me sorprende es el comentario final del texto periodístico: que ha habido gente que ha dicho que, como Jesús es alegría, pues que está bien reírse en la consagración. Y yo, lo único que he recordado es que en ese momento Jesús no está riendo, se está procediendo a renovar su sacrificio y que no es motivo de risa, sino de tristeza y dolor, que es como se han sentido siempre los santos, además de extasiados por el amor que así manifiesta Dios. Si se te muere un hermano, si lo ves morir, por muy alegre que fuese, lloras. Pues para el creyente, eso es lo que pasa ahí.
Scintilla: por que no vas a la plaza España y te das un par de latigazos en la espalda para su pecado.
No hay que fumar...
No sé qué usuarios han reído la gracia, pero desde luego Jesús no se reía en la cruz. Y el sacerdote, tras consagrar, está ante Cristo en la cruz por todos nuestros pecados, que es razón para llorar y no para reír. Los santos han llorado en ese momento, no han reído.