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La felicidad de Soraya Arnelas tras mudarse a su nuevo hogar se vio afectada por la desaparición de su gato Valentino. Sin embargo, esta mañana se ha levantado con la buena noticia de que ha vuelto a casa.

Después de cinco días sin tener noticias de Tino, como llaman cariñosamente a la mascota, ha vuelto sin ayuda de nadie y la cantante ha querido compartir con sus seguidores el reencuentro después de todo el apoyo recibido.

Mientras el felino estaba comiendo, la artista ha grabado un vídeo donde no ha podido contener las lágrimas mientras lo acariciaba: «Mirad quién ha aparecido esta mañana, ¡Tino!. Tiene mucha hambre».

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GRACIAS A TODOS! Por vuestros ánimos , vuestros consejos estos días ! 5 días !!!Pero ya está en casa! Con unos kilos de menos. Lo llevaremos al veterinario par hacerle un chekeo y ver que todo está bien! Menudo susto me dio esta mañana. Al despertarme para arreglarme salí de la habitación y de repente escuché un ruidito en la puerta,rascando En principio pensé que eran los perros y al abrir la puerta me di cuenta que era TINO ,casi me da algo! Entre que estaba medio dormida y la sorpresa me quedé sin poder decir nada🤦🏼‍♀️ la angustia que tenía en el corazón se ha ido aunque tenemos que estar precavidos por si lo vuelve hacer. Seguro que Valentino ha hecho amigos estos días por la zona y querrá volver a visitarlos. Tendremos que estar ojo avizor !! Independientemente de eso quería agradeceros a todos el cariño y los mensajes que me habéis enviado en estos días para animarme. Éstas son las cosas bonitas que tienen la redes sociales ,que sientes el apoyo de la gente con la que contactas cada día por este medio❤️ Hoy soy más feliz !!!

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Además, en la publicación de Instagram ha escrito que ha aparecido con unos kilos menos por lo que «lo van a llevar al veterinario para hacerle un chequeo y ver que todo está bien».

Por otro lado, Arnelas ha descrito cómo ha sido el momento: «Al despertarme para arreglarme, salí de la habitación y, de repente, escuché un ruidito en la puerta, rascando. En principio pensé que eran los perros y al abrir la puerta me di cuenta que era Tino. ¡Casi me da algo!».