Miguel Ángel Aller, con Irene y José Antonio.

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Pese a que ya se puede salir del confinamiento de forma escalonada y dentro de unos horarios –en los que no coincidan, evitando concentraciones–, algunos residentes en Mallorca han preferido quedarse en casa y seguir su vida como desde que comenzó el estado de alarma; es decir, saliendo solo a comprar o a pasear el perro.

¿Motivos? Diversos, que muy bien podríamos concentrar en miedo y precaución y, en un segundo plano, desinformación. O porque se han acostumbrado a estar en casa, como es el caso de algunos.

Juan Cabrera, empresario
«Yo me quedo en casa. Primero, porque mis negocios están cerrados y en ellos nada tengo que hacer hasta que puedan funcionar. Segundo, porque si salgo, me gustaría tomarme un gin tonic en una terraza, pero también están cerradas... Que vamos a ver cuando las abran cuánto espacio dan, pues el Ajuntament no es muy partidario de ellas. Y tercero: hay mucha masificación de gente en la calle, no se respetan los espacios y hay confusión sobre el uso de mascarilla y guantes. Y además de todo esto, el virus no está controlado. Y es que, a falta de test, no sabemos la gente que lo puede tener».

Michaela Hüffer, vecina de Palma

Michaela Hüffer es una alemana que vive en Palma desde 1981. «Vivo en Joan de Saridakis y si me quedo en casa es porque la distancia que nos dan para caminar es de un kilómetro desde la vivienda, y si lo hago hacia la derecha, llego hasta Marivent, y si lo hago en la otra dirección, debo cruzar el puente, que no me gusta, y llegar a un lugar en el que no hay nada. Por otra parte, considero que la distancia entre las personas es muy importante, y en muchas ocasiones no se guarda».

Cati Oliver, vecina de Porreres

Cati Oliver, de Porreres, junto con sus hijas, sobre todo con la más pequeña, se queda en casa. «Salgo solo para comprar. ¿Que por qué no salgo? Porque no me fío. El bicho sigue vivo y se mueve con mucha rapidez y… ¡Pues todos a la calle! ¿Que el Gobierno dice que podemos salir de acuerdo a unas normas…? No me fío de lo que dice el Gobierno, pues es que ni se aclara en lo de las mascarillas y guantes. Por otra parte, he visto que de pronto se han llenado las calles de gente, que no todos guardan las distancias. Así que vamos a quedarnos en casa unos días más».

Miguel Ángel Aller, con Irene y José Antonio

Miguel Ángel Aller, vecino de Palma

Miguel Ángel Aller, junto con su madre, Irene, y su hermano, José Antonio, también se van a quedar en casa durante unos días por precaución, y por ver cómo se desarrollan los acontecimientos. «Somos, por la edad, personas de riesgo. Especialmente, mi madre y yo, que hace un mes fui a la clínica por no encontrarme bien. Estuve unas horas y no me hicieron ningún test. Así que, salvo ir a comprar, no salimos. Eso sí, cada día nos damos paseos en la azotea».

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Xisca Aguiló, articulista

Xisca Aguiló y su esposo, Xisco, dicen que van a salir, como hasta ahora, solo a comprar, «pues hemos decidido, mi marido y yo, quedarnos en casa. Desde la ventana vemos que hay mucha gente en la calle, pero que no todos guardan las distancias, y aunque han programado las salidas de forma escalonada, veo que la gente está mezclada por edades y… Pues como el único garante de tu seguridad eres tú, nos quedamos en casa, y más habiendo conocido gente que lo ha pasado mal con el coronavirus. Así que nos quedamos. ¿Que qué hago? Escribo, reflexiono… Hablamos… Y cuando me aburro –apostilla Xisca– miro a través de la ventana y me distraigo».

Marcos Pardo Alomar, estudiante

Marcos Pardo Alomar, de 11 años de edad, al ser invitado el sábado por su padre, Paco, a salir a dar una vuelta en bici, le dijo que no. «No quiero que me utilicen como conejo de Indias. El virus no se ha ido y si los que gobiernan quieren hacer experimentos, pues que los hagan los hijos de los gobernantes, no yo». Y se quedó tan tranquilo. «Eso sí –nos comentó el padre–, no tiene ningún inconveniente en que su madre y yo salgamos a dar una vuelta por la noche».

Cecili Buele, expolítico

Cecili Buele salió el martes «porque los martes tengo por costumbre salir y caminar por la montaña, pero como no dispongo del tiempo que quisiera, me acercaré hasta Son Sardina. Y mañana… Pues me quedaré en casa, que es donde mejor estoy. Nadie me molesta, hago lo que quiero, cocino, ahorro pues, salvo en comer, no gasto ni un euro, y me dedico a editar los vídeos que hice en Perú, donde mi intención era quedarme tres meses, pero a causa del coronavirus tuve que regresar a los 70 días».

Juan Antonio Montañez, fotógrafo

Por su parte, el fotógrafo Juan Antonio Montañez tampoco sale: «Ni pienso salir en un tiempo, y no por temor a la pandemia, de la que creo que se han contado más cosas de lo que es en realidad, sino porque estoy en un proceso creativo, que no es otro que escribir un libro. Y como salga, rompería dicho proceso. Así que me quedo en casa. Sigo confinado».

Adri Santana, cantante

Por último, la cantante Adri Santana y su hijo Santiago pasan el tiempo en casa dando conciertos on line. Él acompañándola: «Hace 55 días que no pisamos la calle y no saldremos durante un tiempo. Primero, porque él tiene asma y, segundo, porque no nos fiamos, pues vemos que la gente, no todos, pero sí bastantes, no se cuidan cuando salen: ni mantienen las distancias, ni llevan mascarillas ni guantes. Y si en China dejaron salir a los dos meses y medio, no me cuadra que en España, con muchos más muertos que allí, nos dejen salir a los 50 días. Por eso, como no lo vemos claro, nos quedamos en casa».