Zapata, este domingo por la mañana, en la isla Cat Cay, a 7.590 kilómetros de Mallorca.

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El artista mallorquín Domingo Zapata, afincado en Nueva York, ha encontrado un refugio ideal donde aislarse del mundo y pasar su particular cuarentena ante el coronavirus. «Estoy en una isla privada que se llama Cat Cay, a poco más de una hora y media en lancha rápida, saliendo desde Miami», comentaba este domingo por la mañana Domingo Zapata, vía Whatsapp.

Durante los últimos meses, el mallorquín ha estado viajando por todo el mundo por lo que ya tenía ganas de tomarse unas semanas de descanso. Coincidiendo con la alarmante pandemia del coronavirus, y que cada vez se extiende a más rincones del planeta, Zapata ha decidido alojarse en una de las 42 exclusivas casas que tiene la isla privada. «Es la casa de un recolector mío, donde vengo cuando quiero para pasar un tiempo alejado del mundo y trabajar tranquilamente», asegura el artista español más internacional.

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Para su estancia ha preparado un estudio en la impresionante casa, a orillas del mar, donde instalar sus lienzos y pinturas. «Esperaré a que las cosas se tranquilicen y se calmen un poco», comenta mientras selecciona los ingredientes para elaborar una paella. «Me gusta mucho cocinar y allá donde voy siempre hago una paella, aunque sea para mí sólo». Precisamente en esta ocasión no le acompañan sus hijos, con los que estuvo en fin de año en Mallorca. «Los niños están con su madre, a las afueras de Nueva York. Están bien, que es lo más importante». «Ahora es momento de confiar en los profesionales y esperar que todo esto pase pronto».

Matar el tiempo

Por su parte, Domingo dedicará tiempo a sus aficiones favoritas. «Me gusta mucho pescar y aquí tengo una pequeña barca con la que saldré cada día. Lo que pesque me servirá para cocinar. Me gusta mucho el pescado, tanto a la plancha, como hacer caldo de sopa o una paella».

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También dedicará tiempo a hacer algo de ejercicio: «Intentaré no coger más kilos –bromea–, iré a correr por la playa, montar en moto de agua y nadar».

Las puestas de sol y la luz de primera hora de la mañana en la isla Cat Cay ha despertado, en los primeros días de estancia, una nueva inspiración en el artista mallorquín. «Voy a trabajar en una serie de tonos pasteles. Creo que estoy en un buen momento de ofrecer grandes cosas en la pintura y nada más poner los pies en este lugar he recibido una energía especial».

Incombustible y rebosante de creatividad, Domingo Zapata reorganiza toda su agenda de trabajo a la sombra de uno de los impresionantes cocoteros y escuchando música de Michael Jackson. «Supongo que estar aquí dos meses se me puede hacer largo. Sobre todo porque estoy acostumbrado a viajar mucho y no estar tanto tiempo en un mismo lugar, pero la situación es seria. Soy consciente de ser un privilegiado por poder estar aquí, así que tendré paciencia y seguiré trabajando en lo mío porque en lo demás no sé en qué puedo ayudar. De todos modos no dudes que cuando todo esto haya pasado pienso dedicar los beneficios de algunas obras, de las que realice durante mi estancia aquí en las Bahamas, a la gente que ahora mismo está ayudando a luchar contra la pandemia global del coronavirus».

En el exclusivo paraíso de Cat Cay Island

Los Cayos Cat (en inglés: Cat Cays) son dos islas en las Bahamas. El Cayo Cat del Norte y el Cayo Cat del Sur, a unos 10 kilómetros al sur de Bimini. El Cayo Cat del Norte, donde se encuentra Domingo Zapata, es una isla de propiedad privada y se desarrolló como un club privado por el Club Cat Cay Yacht. El Cayo lleva el nombre de la ‘línea de gato’ de los buques de vela a los que se asemeja, y fue utilizada por los piratas Charles Vane y Edward Teach conocido como ‘Barbanegra’.