La leche de camella y sus productos fermentados se están probando en distintas investigaciones como complemento nutricional y como ayuda al tratamiento de enfermedades como la diabetes. | Pixabay

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Un estudio de la Universidad de Mouloud Mammeri (Algeria) junto con la Universidad de Bretaña Occidental (Francia) ha demostrado que la leche de camella tiene una mejor composición de vitaminas, ácidos grasos y probióticos que la leche de vaca, lo que la hace ideal para grupos con necesidades especiales y para tratar enfermedades como la diabetes mellitus.

En concreto, los expertos han observado en el estudio, recogido por la plataforma Sinc, que la leche de camella tiene un gran valor probiótico, es decir, presenta una gran diversidad de microorganismos vivos que son beneficiosos para la salud, por ejemplo, de la flora intestinal. Las clave es que, en comparación con la de vaca, tiene menor contenido en grasa y mayor porcentaje de sales totales, calcio libre y vitamina C, además de minerales como el hierro.

En concreto, está compuesta por 15 tipos distintos de comunidades fúngicas y bacterianas, entre las que se encuentran multitud de especies de levaduras que se utilizan para su fermentación y crear productos lácteos como mantequilla, queso y yogures.

Por eso, la leche de camella y sus productos fermentados se están probando en distintas investigaciones como complemento nutricional y como ayuda al tratamiento de enfermedades como la diabetes. Por ejemplo, en la Universidad Tecnológica de Almaty (Kazajistán) han creado una bebida a base de leche de camella especialmente dirigida a los grupos de la población de riesgo, como los niños, las personas con problemas de salud y las personas mayores.

«El procesamiento de la leche de camella mejora sus propiedades nutricionales y aumenta la digestibilidad, por lo que consiste en un complemento de alimentación ideal para estos colectivos que necesitan una dieta más completa», han dicho los expertos.

Por otro lado, un estudio internacional liderado por la Universidad de Ingeniería y Tecnología de la Información Khwaja Fareed (Pakistán) usó en ratas con diabetes tipo 1 yogur de leche de camella para aliviar sus síntomas y comparó los resultados con las que tomaron yogur de leche de vaca.

En este caso, y aunque hubo mejora en ambos casos, observaron una mayor reducción de la glucosa en sangre y una mayor concentración de insulina cuando les administraban el yogur de leche de camella y constataron que, aunque hacen falta más investigaciones, este producto podría ser un complemento útil para el tratamiento de esta enfermedad.