El príncipe Zourab Tchokotua, en una imagen de archivo. | Archivo UH

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Con el fallecimiento a los 81 años el pasado jueves en Rabat, Marruecos, del príncipe Zourab Tchkotoua a casusa de una leucemia aguda que venía arrastrando en los últimos meses acaba también buena parte de una de las historias más fascinantes de la vida contemporánea de la sociedad internacional y de Mallorca, Isla donde llegó siendo muy joven, donde se caso con la mallorquina Marieta Salas Zaforteza y donde nació su único hijo y heredero el conocido Dj Igor Tchkotoua, que hoy llora su muerte agradeciendo de corazón haberlo podido acompañar en los últimos tiempos. Momentos de enfermedad y dolor que han servido para que padre e hijo se acercaran y se comprendieran mutuamente, como nunca antes habían podido hacerlo. Todos los que le trataron de cerca, también su hijo, destacan de Zou que es como se le conocía en familia su enorme elegancia, su estilo innato de gentelman incluso en sus andares principescos y una generosidad que no conocía límites. El príncipe Tchkoutoua como todos los grandes hombres deja muchas luces y alguna sombra que no oscurece para nada una vida brillante y exitosa en la que el lujo, el glamour de verdad y la sencillez humana se daban la mano. En Mallorca, donde llegó cuando todavía no había cumplido los 30 años se le recuerda como el hombre más guapo y elegante que ha conocido Palma hasta la fecha, un señor de los pies a la cabeza que deja entre sus amigos un recuerdo imborrable de admiración y cariño. Y algún que otro corazón roto por la perdida.

Intimo amigo, casi un hermano del rey Don Juan Carlos, a quien hizo padrino de bautismo de su hijo, del Aga Khan y de Gunter Sachs, a quienes adoraba con una lealtad inquebrantable, pero también conocedor de todas los grandes empresarios del orbe y de los políticos mas relevantes, su historia comienza curiosamente muy lejos del que debería haber sido su país natal, Georgia, de donde era príncipe como hijo primogénito de Nicolas Tchkotoua que había abandonado el país durante la Revolución Bolchevique instalándose en San Francisco, Estados Unidos, donde conoció a su esposa la americana Carol Marmon, una mujer bellísima, heredera de los famosos coches Marmón, los más deseados de los años 20 entre las estrellas de Hollywood. Nicolás y Carol tuvieron seis hijos, Zourab, el mayor, Dimitri, que vive en Palma, Charles residente en Marbella y tres chicas, Marina, Nina y Tamara.

EL PRINCIPE GEORGIANO TCHOKOTOUA ALMUERZA CON EL REY JUAN CARLOS EN UN RESTAURANTE DE PUERTO PORTALS

Cuando Zou era un adolescente de diecisiete años, en 1954, la familia decidió trasladar su residencia a Suiza. Los príncipes Tchkoutua no llegaron juntos, primero lo hizo Carol con sus hijos y un año después se incorporó a la familia Nicolas pues su puesto como embajador itinerante de la Soberana Orden de Malta y Gran Bailo de la misma le obligaba a viajar continuamente. Es en esa época, en Lausana, donde vivía la familia y donde estudiaba economía en su Universidad de Lausana cuando Zou comenzó a dar muestras de sus inquietudes con los negocios que después le hicieron destacar en la vida. Cuentan sus amigos mas queridos que su primer trabajo consistió en trasladar los coches de lujo de los amigos de sus padres de una ciudad a otra, lo que además de proporcionarle un dinero extra además de divertirle, pues adoraba conducir. Los coches buenos de los que llegaría a tener una magnífica colección de Ferrari, con cerca de veinte coches de esa casa llegó a atesor en los buenos tiempos, son una muestra de la pasión quizás heredada por línea materna que sentía por los autos de lujo. Y también por la vida mundana de la Europa de post guerra en la que los herederos de las familias nobles y las grandes fortunas se divertían entre ellos y donde Zou triunfaba enormemente, en muchas ocasiones acompañando a su ya íntimo amigo Juan Carlos de Borbón que visitaba a su abuela en Lausana muy a menudo. Esa fue seguramente la época más divertida de los jóvenes príncipes aunque para ellos la vida no había hecho más que comenzar y juntos celebrarían muchas grandes ocasiones, algunas de ellas memorables en el recuerdo de todos. Lo cierto es que juntos acudieron a las mejores fiestas de sociedad, entablaron buenas relaciones y forjaron una amistad que ha durado siempre, incluso en los momentos más difíciles.

En 1965 llegó a Palma e inmediatamente comenzó a destacar entre la sociedad local que lo adoraba. En esa época también comenzó un largo noviazgo con la aristócrata mallorquina Marieta Salas Zaforteza, hija única y heredera de un prominente hombre de negocios Pedro Salas. En 1966 falleció su madre Carol lo que propició que la familia se acercara más a Mallorca, y que Zou, con 37 años y Marieta finalmente pudieran casarse en una boda fastuosa en la Catedral de Palma, ante setecientos invitados, muchos de ellos miembros de la realeza como los príncipes Víctor Manuel de Saboya y su hermana, la gran amiga de Marieta todavía hoy, la princesa María Gabriela de Saboya, conocida como el primer amor de Don Juan Carlos. Tras la ceremonia religiosa, celebrada un caluroso día de agosto de 1974 los novios se trasladaron a Marivent para saludar a los entonces Príncipes de España Juan Carlos y Sofía. En ese momento el príncipe ocupaba la Regencia de España por enfermedad del Jefe del Estado lo que imposibilitó que la pareja real pudiera disfrutar de la gran cena seguida de fiesta que Marieta había organizado en el Pueblo Español de Palma. Se dice todavía hoy que en Palma no se ha visto nada igual, ni siquiera las bodas de la familia March igualaron en belleza la boda de Zou y Marieta que mando cubrir las paredes de la plaza principal de pimientos rojos a modo de guirnalda tal y como se hace en los pueblos de Mallorca que los cultivan y secan en verano. Gunter Sachs y Robert de Balkany, todavía casado con la princesa María Gabriela no daban crédito al espectáculo que contemplaban sus ojos y es que en la época Mallorca poco tiene que ver con la de hoy. El turismo comenzaba a colonizar zonas poco a poco pero el lujo de verdad pertenecía a muy pocos. De hecho se puede decir que a mitades de los setenta estaba casi todo por hacer y a ello se puso Zourab, emulando a su suegro, un hombre arriesgado y con visión de futuro que había heredado de su padre, Manuel Salas, un rico industrial dueño de una naviera y varias gasolineras, una persona avanzada a su tiempo, que construía barcos para traer gasolina desde América a España. Su hijo, Pedro Salas, padre de Marieta, se quedó huérfano a los 22 años y dedicó su vida a gestionar la fortuna familiar. Con solo 27 años se convirtió en gobernador civil de Palma. Gracias a sus gestiones el Palacio de Marivent paso a ser residencia de verano de Don Juan Carlos y Doña Sofía. También fue el impulsor junto con los Barreiros de Sol de Mallorca y el Casino, uno de los lugares más emblemáticos de la era desarrollista de los setenta en cuya inauguración no se ahorraron esfuerzos. Los que asistieron recuerdan la fiesta como única, llena de caras tan conocidas como la de Karim Aga Khan acompañado de su bellísima esposa la Begum Salima, famosa por sus ojos verde esmeralda, Gunter Sachs tampoco faltó, ni Gianni Agnelli , el propietario de la Fiat y gran amigo tanto de Don Juan Carlos como de Zou.

VELADA A BENEFICIO DEL PROYECTO HOMBRE Y APROSCOM EN EL GOLF DE PULA.

En agosto de 1976 nació el único hijo de la pareja, Igor, que con el tiempo se ha convertido en reputado Dj internacional y hoy asume la jefatura de una casa principesca que algunos han querido cuestionar desde la desinformación más absoluta. De su padre Igor y muchos que le conocieron destacan además de su infinita elegancia su generosidad sin límites, que a pesar de su condición era muy cercano a todo el mundo y que lo que mas le gustaba del mundo era ayudar a quien lo necesitara. Una de sus últimos negocios en Mallorca fue la construcción del hotel y Golf Dorint Camp de Mar, un cinco estrellas de lujo rodeado por un campo de golf de 16 agujeros que adquirieron posteriormente inversores alemanes . Lo suyo, a decir de los que trabajaron para el hasta el final, era el comercio internacional, aunque con su constructora Portofornells llegó a emprender grandes proyectos que no siempre funcionaron, pero Zou, lejos de amedrentarse seguía adelante con optimismo pues en el fondo era una persona que no necesitaba mucho.

Durante su matrimonio con Marieta Salas la pareja, muy amante de todos los animales pero sobre todo de los caballos y los perros, vivía en una preciosa casa en Son Vida y pasaba los veranos en una villa junto al mar en Andrtax. En esa época Zou organizaba todos los meses de agosto una fiesta de cumpleaños para su hijo que resultaba ser siempre distinta e inolvidable. También pasaban largas temporadas en su rancho de California llamado 'La Lomita' donde Marieta criaba sus famosos caballos de pura raza árabe que también cría en la que hoy es su casa, Ses Planes, una casa magnifica creada por el arquitecto Pablo Carvajal y decorada por Pascua Ortega, aunque la presencia de su propietaria y su estilo elegante y poco ostentoso esta presente en cada rincón, incluso en el jardín, su verdadera pasión.

Cuando se inauguró la casa de Ses Planes el matrimonio de los príncipes Tchkotoua ya estaba roto. Zou abandonó la propiedad y regresó a Suiza, país que el consideraba el suyo a pesar de tener pasaporte de los EEUU, y pasaba largas temporadas en Rabat donde le ha llegado la muerte, en paz y rodeado de personas que le querían y cuidaban con mimo hasta el ultimo suspiro. El funeral tendrá lugar en Ginebra a finales de la semana que viene y el posterior entierro será en el cementerio en la que reposan sus padres porque así lo deseaba el ultimo gentelman. Con el muere una leyenda.