La XII edición estuvo marcada por el tiempo inestable, no obstante la gente acudió y se rindió homenaje a Josep Torrens. | Jaume Morey

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La fina lluvia caída durante la tarde de este viernes mermó asistencia a la XII Nit del Vi, que se celebró en el patio de la Misericòrdia de Palma, bajo sus soportales. Los beneficios de la edición estarán destinados a la Fundació Aspas.

Este evento, que goza de gran interés del público, estuvo organizado por Petits Cellers en colaboración con Pimeco. En esta ocasión, participaron 37 bodegas de las 42 asociadas, incrementándose en siete con relación a la pasada edición cuando participaron 29 bodegas.

El precio de la entrada donativo fue de 15 euros y, de estos, cinco sirvieron para comprar vino. Se incluyó una copa de cristal para probar entre unos doscientos caldos. También se pudo disfrutar el bufet de Aspas Café.

Pasadas las seis empezó a llegar el público, que se fue animando a medida que avanzaba la tarde. El presidente de Petits Cellers, Guillem Vicens, junto al director insular de Territori, Miquel Vadell, realizaron un homenaje a título póstumo a Josep Torrens, del célebre celler Can Amer, de Inca, por su contribución al mundo del vino. Recogieron el clásico decantador sus nietos, Toni y Josep Arnau Torrens. Muy emocionada estaba su viuda, Antonia Cantallops.