Algunas de las maquetas realizadas por los socios de Amics del Modelisme en Mallorca. | Pilar Pellicer

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El modelismo es una afición consistente en construir reproducciones en miniatura de máquinas, personas o edificios. Puede ser dinámico, donde los modelos a escala se mueven y dirigen a control remoto, como aviones y vehículos terrestres, o estático, cuyos modelos a escala cuentan con un gran detalle y cuyo fin es el de apreciarlos sin movimiento. Para los aficionados o profesionales del modelismo estático cada modelo representa una ‘pieza de museo’, creando así sus propias colecciones privadas que pueden tener diversas temáticas, aunque la militar, y dentro de ella la de las dos guerras mundiales, son las más reproducidas.

En Mallorca existe desde el año 2012 Amics del Modelisme de Mallorca (AMM). «Es una asociación que pretende dar a conocer el modelismo en todas sus vertientes, e intentamos acercar a todos los modelistas de Mallorca y de Baleares. Creemos que puede ser una herramienta de comunicación histórica y artística», explica su presidente, Jaime Sirer. «La maqueta militar tiene más posibilidades de realismo, de ensuciarla; en definitiva, de darle el mayor realismo posible», comenta Pedro Ferriol, uno de los socios más veteranos. Los datos globales indican que en las tiendas del sector, por cada maqueta civil vendida, se despachan cuatro militares.

Los miembros de Amics del Modelisme de Mallorca se reúnen en un local de la calle Joaquim Togores, en Palma. Allí, sobre grandes mesas y no menos aparatosos flexos, dan el mayor realismo posible a sus creaciones y se documentan con alguno de los abundantes libros para ser lo más fieles posibles a la realidad.

Hay que tener en cuenta que las maquetas que compran son sólo la estructura del avión o barco en cuestión, y luego cada miembro se las ingenia para añadir elementos que permitan recrear de la forma más fehaciente posible la escena.

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La AMM cuenta con 31 miembros, que pagan una cuota mensual de 20 euros. «Esto nos da para pagar el alquiler y las actividades».La parte didáctica es muy importante para la asociación, que organiza periódicamente talleres sobre montaje y pintura de modelos a escala. Una maqueta estándar tiene un precio de entre 30 y 50 euros. A partir de ahí, los precios se pueden disparar hasta los 400 euros del Halcón Milenario de Star Wars o los 300 del acorazado Missouri BB-63. Y eso sólo la estructura.

A mano

Xisco Ruiz es el autor de una espectacular recreación o diorama de un destacamento de la Waffen SS, las tropas de élite del ejército nazi. «La estructura está realizada en papel pluma y los ladrillos con corcho. Todo es a mano, incluso el palomar o el depósito de combustible». Entre los socios abundan los varones de mediana edad y hay más de un jubilado. Pero también existen jóvenes, como Juan Castellet, de 19 años, y socio desde hace tres. «A los 13 años hice mi primera maqueta y me encanta la temática de la IIGM. Ahora estoy con mi primer portaaviones, el USS Lexington».

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Los miembros de la AMM suelen participar en diferentes competiciones que se celebran en la Península y su nivel es considerado medio-alto, ya que algunos de sus trabajos han sido reconocidos. Un ejemplo es el Fokker Eindecker de la IGM, obra de Jaime Sirer, que consiguió el oro en Leganés, considerado como el campeonato nacional y en el que participan más de 1.000 aficionados al modelismo.

Una cita en la que la AMM está muy ilusionada es con el evento que tendrá lugar los días 21 y 22 de septiembre en el Hotel Katmandú Park, donde se celebrará una exposición-concurso de modelismo estático, con un premio especial dedicado a las maquetas sobre Rusia.

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