La modelo mallorquina sorda y ciega Mireia Mendoza, en Palma. | Julián Aguirre

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«Ha sido una experiencia inolvidable y emocionante», asegura Mireia Mendoza, la modelo mallorquina sorda y ciega, quien ya se encuentra en Palma tras desfilar sobre la pasarela de la Milán Fashion Week. Mireia Mendoza, a sus 25 años de edad, estudiante de Informática y Lengua de Signos, nació con el síndrome de Usher que afecta tanto a la audición como a la visión «tengo sordera profunda, aunque a los cuatro años me pusieron un implante coclear, y con los años voy perdiendo visión».

Gracias al trabajo con logopedas desde que era pequeña, Mireia habla castellano, catalán y lengua de signos.

La firma de moda, Eshbyesh, de la diseñadora letona Elvira Shipitsina, se puso en contacto con la Asociación Balear Pro Personas con Sordoceguera (Abasoc) para que Mireia pudiera lucir algunas prendas de su colección ‘I see', con el que proponía dar visibilidad a dicho colectivo. Una propuesta que fue bien acogida por la Abasoc y la propia Mireia, que desfilaría por primera vez.

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«Lo que hubiera sido meses de preparación, lo hicimos en tan sólo un par de semanas», comenta Aixa Mercadal, coordinadora y mediadora de Abasoc.

La iluminación y el diseño de la pasarela fueron los primeros obstáculos a estudiar por Mireia quien desfiló con ayuda de su bastón y de una de las modelos, como guía.

Con sus compañeras de pasarela no tuvo ninguna relación ya que ninguna sabía la lengua de signos, y mucho menos en castellano. Una problemática con la que se ha encontrado durante su vida ya que, como ella misma confiesa, «de pequeña estudié en el colegio Mata de Jonc, de Palma, pero tenía problemas de comunicación con los profesores ya que sólo tenía un profesor de apoyo una vez por semana». Lejos de lucir palmito, Mireia lucha, junto con Abasoc, por la visibilidad de la Sordoceguera y las deficiencias sensoriales.