Guillermo Dezcallar, María Obrador, Joan Cerdá, Diego Zaforteza, Jesús Ramón y Luis del Olmo, este jueves, durante la presentación. | Teresa Ayuga

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Con el objetivo de poner en valor la historia y cultura de la Mallorca rural a través de sus possessions, la Fundación Itinerem realiza en la actualidad visitas guiadas en grupo a estas fincas, de momento de cara a residentes. Se trata del punto de partida de un proyecto presentado este jueves en el Centre de Cultura Sa Nostra, destinado a dar una nueva vida al corazón más ancestral de Mallorca. El objetivo se centra en impulsar una alternativa al modelo turístico existente, en base al trasfondo etnológico del corazón de la Isla. El histórico mapa del cardenal Despuig constituye el punto de referencia esencial para esta iniciativa, como hoja de ruta a seguir en los itinerarios guiados.

Según Diego Zaforteza, gerente de la fundación, y Luis del Olmo, consejero delegado, se trata de conocer otras formas de vivir, descubrir paisajes únicos o indagar en la historia de nuestra cultura y sus raíces. Hay más de 1.250 possessions en Mallorca de las cuales 12 están abiertas a las visitas de un total de 90 que se pretende incorporar en tres o cuatro años. «Desde Itinerem se quiere ofrecer una visión diferente, invitar a descubrir la riqueza plural del Mediterráneo, mediante un turismo de proximidad. Itinerem propone rutas culturales con alma, que evoquen el pasado y lo enlacen con el presente, que nos hagan rememorar un modo de vida y unas emociones latentes en cada paso que damos», aseguran los creadores de este proyecto.

Imagen de una 'possessió' mallorquina

‘Itinerem: ruta histórica por las grandes fincas rurales del Mediterráneo’ está cursando para ser reconocido con la certificación Ruta Cultural del Consejo de Europa. Su consecución se basa en la puesta en valor del gran legado histórico y patrimonial que albergan las grandes fincas rurales del Mediterráneo. En el proyecto ya participan entidades de las islas de Malta, Sicilia, Rodas y Córcega con la idea de que puedan incorporarse otros territorios del Mediterráneo.

El propósito se basa en lograr el certificado de ruta cultural que concede el Consejo de Europa, entidad que ya tiene reconocidos 32 itinerarios culturales, de los que 22 cuentan con participación española. Así, el objetivo de Itinerem es dinamizar las economías locales, aportar un turismo de calidad que de un impulso a los municipios y que permita fomentar el comercio y servicios.

Pero más allá de las consideraciones materiales, Diego Zaforteza y Luis del Olmo hacen hincapié en el aspecto sensitivo: «Es vivir una experiencia sensorial única que despierte nuestros instintos y nos haga vivir plenamente en conexión con el mundo que nos rodea y fomentar el respeto medioambiental». Itinerem incide en unos valores patrimoniales a preservar y sacar de un alejamiento y desconocimiento que ha relegado muchas de estas fincas al olvido, a través de la gastronomía local, la visita a tafones en funcionamiento y el alojamiento. «Casas, caminos… son huellas de nuestros antepasados, de aquellos que velaron porque su herencia siguiera siendo la herencia de sus descendientes».