Algunos de los componentes de la ‘colla’ de Palma posan en las escaleras de la catedral de Tarragona. | Lluís Ortas

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El barrio pesquero de Tarragona volvió a ver castells mallorquines veinte años después de la primera vez. La participación de unos setenta componentes de todos los colores, tamaños y condición de los Castellers de Mallorca fue el principal aliciente de la Diada Blava, una cita organizada el pasado fin de semana por los Xiquets del Serrallo, que contó con la participación de otros grupos de Gavà (Barcelona) y de Andorra.

En el recuerdo queda aquella lejana salida hace dos décadas a las puertas de la iglesia de Sant Pere. Los más viejos del lugar recuerdan cómo fue la primera aparición de la colla de Palma lejos de Mallorca, con unos castells temblorosos y a estrenar, que con el tiempo han evolucionado y mejorado.

Como muestra, los dirigidos por Bet Palou plantearon lo mejor de la jornada, un 3 de 7,que también levantaron los anfitriones, Xiquets del Serrallo, mientras que las otras dos colles cosecharon registros menores.

Los mallorquines han completado durante este año hasta en tres ocasiones la estructura que ha marcado su techo, un techo que tendrán la oportunidad de rebasar muy pronto, concretamente los próximos sábados día 20 y 27 de octubre durante la celebración de las diades de Manacor y Palma, respectivamente.