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El croissant -cruasán según la RAE y cangrejito o cuernito en países latinoamericanos- es uno de los reyes de la bollería, tanto que merece celebrar este 30 de enero su Día Internacional.

Aunque Francia se lleva la fama, nació como hörnchen (cuernito) en Viena para conmemorar el levantamiento del sitio del Ejército otomano a la ciudad en 1683. Parece que los panaderos, con su trabajo nocturno, propiciaron el descubrimiento de la estrategia invasora, por lo que se les concedió el privilegio de hacer un bollo conmemorativo al que dieron forma de la luna creciente que aparecía en los estandartes otomanos.

Se sabe que formaba parte del desayuno de María Antonieta, esposa del rey de Francia Luis XVI, por lo que pudo ser su introductora en el país galo allá por 1770. También se atribuye su popularización al oficial austríaco que abrió su Boulangerie Viennoise en 1838; el caso es que el croissant conquistó a finales del XIX las calles parisinas y de ahí el mundo.

España no fue una excepción, pero ha habido que esperar décadas para disfrutar como se merece de este bollo de crujiente exterior e interior alveolado que desprende efluvios de mantequilla. Siguiendo los pasos de sus compañeros galos, el Gremio de Pastelería de Barcelona organizó hace una década el concurso para elegir el Mejor Croissant Artesano de Mantequilla de España. Este martes se celebra el certamen por décimo año consecutivo.

¿Cómo se hace un croissant?

En Youtube podemos encontrar miles de recetas caseras para realizar nuestros propios croissant en casa.

Dulces, salados, rellenos o lisos, el croissant en el rey del desayuno, el gran protagonista en el mundo de la bollería. Por todo ello, hoy es su día.