Los eurodiputados de la comisión de Sanidad del Parlamento Europeo han tratado de bloquear el uso de fosfatos en la carne de kebab. | HutchRock

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Los eurodiputados de la comisión de Sanidad del Parlamento Europeo han tratado de bloquear el uso de fosfatos en la carne de kebab, ante la inquietud por los posibles riesgos para la salud ligados a esos aditivos. La resolución fue aprobada por 32 votos a favor y 22 en contra.

Si el pleno de la Eurocámara, que examinará ese texto en diciembre, adopta la misma decisión, el Parlamento podría vetar una propuesta de la Comisión Europea para permitir los fosfatos en la carne de kebab.

Los aditivos fosfatos se utilizan cada vez más en la carne para proteger el sabor y retener el agua, pero plantean «graves preocupaciones respecto al impacto sanitario», según la comisión de Salud.

La propuesta de la Comisión Europea plantea permitir el uso de, entre otros, el ácido fosfórico y los polifostatos (E 338-452) en la carne de kebab, tanto de cordero, como de ternera o pollo.

Las reglas europeas generalmente no permiten el uso de los aditivos de fosfatos en las preparaciones de carne, pero según un comunicado de la Eurocámara cada vez se utilizan más debido a una acumulación de excepciones, para proteger el sabor y retener el agua en la carne.

Una revisión científica de 2012 habló de un vínculo potencial entre los aditivos de fosfatos en los alimentos y un aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares, aunque un informe de la Autoridad Europea de Salud Alimentaria posterior concluyó que no es posible atribuir el riesgo al consumo de fósforo en general o a los aditivos de fosfatos.

La Autoridad Europea de Salud Alimentaria tiene previsto reevaluar la seguridad de los fosfatos en los aditivos alimentarios de aquí al 31 de diciembre de 2018.

Los fosfatos se utilizan hoy en día para aumentar el peso de la carne, debido a sus propiedades para conservar el agua especialmente en la carne en vertical, como es el caso de los doner kebabs.

Se trata de una carne que no se consume en casa y por tanto no está etiquetada, y los consumidores no son informados.

La portavoz de los socialdemócratas en el Parlamento Europeo, Christel Schaldemose, se mostró satisfecha por el voto en favor de una objeción al uso de fosfatos que, a su juicio, demuestra que la Eurocámara «se toma en serio la salud pública».