La Beateta, Juana Marqués Mayol, presidiendo el ‘carro triomfal’ acompañada por su séquito de angelitos. | Julián Aguirre

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El acto central de las Fiestas de la Beata de Palma 2016 se celebró este domingo con la salida de la Cabalgata del Carro Triomfal de Santa Catalina Thomàs, que presidió la pequeña Juana Marqués Mayol, junto a su corte de angelitos.

A las siete de la tarde arrancó el cortejo desde el Passeig de Mallorca hacia Jaume III, Unió, Plaça Mercat, Plaça Weyler, La Rambla, Vía Roma y monasterio de Santa Magdalena. Lo abrió la Sección Montada de la Policía Local de Palma, seguida del grupo de Tamborers de la Sala.

Durante todo el recorrido, la Beateta y los ángeles fueron lanzando caramelos a los niños, que los recibieron con gran júbilo. Un millar de personas, entre 25 agrupaciones de bailes mallorquines de Palma, asociaciones vecinales y pueblos; 20 colles de xeremiers, cuatro grupos de dimonis, dos batucadas, los caparrots de Binissalem, Geganters de la Sala y un gegant del Consell de Mallorca, con sus emblemáticas figuras de la pareja de xeremiers y Jaume III, respectivamente, fueron los participantes en este desfile.

Las carrozas

Las carrozas participantes en el recorrido fueron las dos que aportó el grupo Ball de l’Assumpció y la del Ajuntament de Valldemossa, que escenificaba la tentación del dimoni junto al pozo.

Entre las novedades de esta edición cabe destacar el tiro de la carroza, cuyos ejemplares de raza hispano bretona se desplazaron a Palma para la ocasión (y fueron conducidos por Jordi Clapés y Teresa Payés). Adornaron sus testas con elegante plumaje de medio luto.

Otra novedad fue el debut del abanderado padrí de la Beata, que en esta ocasión fue el joven Xisco Serra Ferrer, quien no vistió con el traje típico. Este año fueron sustituidas las carrozas con los payesitos que preceden al carro por siete carretones, más dos de la AVV San Jaime. Detrás venía el carro desviándose hacia la Plaça del Mercat, haciendo parada en la «piedra de la Beata» para recibir el famoso cucurucho, que entregó a la Beateta el nuevo rector, Bernat Oliver. Éste engalanó este año la pared con cuadros antiguos alusivos a la vida de la Beata.