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El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha dicho «estoy literalmente desconcertado», en referencia a la sentencia del Tribunal Civil de Milán que le hace «corresponsable de la corrupción» que llevó a su grupo Fininvest a hacerse con la editorial Mondadori.

El primer ministro agregó que se trata de «una sentencia que está por encima del bien y del mal, ciertamente es una barbaridad jurídica».

«Sabemos, de todas formas, todos los opositores, que el Gobierno llevará a término su misión quinquenal y no hay nada que podrá traicionar el mandato que los italianos nos han conferido», afirmó Berlusconi.

El primer ministro Berlusconi es «corresponsable de la corrupción» que llevó a su grupo Fininvest a hacerse con el control de la editorial Mondadori, por la que ahora la sociedad del mandatario deberá pagar cerca de 750 millones de euros al conglomerado CIR, así asegura el juez Raimondo Mesiano, del Tribunal Civil de Milán.

Mesiano señala así, en las motivaciones de la sentencia, hechas públicas, de la millonaria sanción económica que dictó el sábado contra Fininvest por resarcimiento de los daños patrimoniales causados a CIR, al no poder alcanzar esta última el control de la editorial más importante del país.

El magistrado justifica su decisión de hacer pagar tal elevada cantidad de dinero al grupo de Berlusconi por el «principio de responsabilidad civil de las compañías de capital, por el hecho ilícito de su representante legal o administrador cometido en la actividad gestora de la misma sociedad», reza la sentencia.

El sábado, el Tribunal Civil de Milán condenaba a pagar a Fininvest 749.955.611,93 euros al conglomerado de Carlo de Benedetti, hecho que tuvo una inmediata reacción por parte del grupo de Berlusconi, que aseguró que recurrirá la condena.

Este asunto se ha convertido en un nuevo escándalo que sumar a los muchos frentes que Berlusconi tiene abiertos y por los que su partido, el gobernante Pueblo de la Libertad, denuncia una auténtica campaña de acoso y derribo contra el político por la que pretenden manifestarse en la calle.

Los periódicos italianos «Il Messaggero» y «La Stampa» reproducen qyue le declaraciones que el primer ministro ha hecho a sus allegados, en las que confiesa que le dan ganas de abandonar Italia, pero que «no tirará la toalla».