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Más de 2.500 personas asistieron ayer al funeral en Barcelona por el cooperante catalán Vicente Ferrer, oficiado en la basílica de Santa María del Mar y en el que participaron la viuda, Anne Ferrer; los Duques de Palma; el presidente de la Generalitat, José Montilla, y la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega.

Entre los demás asistentes al acto en memoria de Ferrer, que se abrió a la ciudadanía, también estaban el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu; el vicepresidente catalán, Josep Lluís Carod-Rovira; el conseller de Interior, Relaciones Institucionales y Participación, Joan Saura; el delegado del Gobierno en Cataluña, Joan Rangel; el ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol, y dirigentes de los partidos catalanes.

La viuda de Ferrer, que entró acompañada por la hermana y el sobrino del cooperante, recordó que el sueño de su marido era ayudar a miles de personas y que lo había cumplido porque la fundación trabaja en más de 2.000 pueblos de la región de Anantapur.

Agradeció el apoyo recibido durante la enfermedad de Ferrer y afirmó que seguir con su obra es «un modo de demostrar el amor por Vicente». En la ceremonia oficiada por el párroco de Santa Maria del Mar, Ignasi Mora, un coro interpretó 'L'emigrant' y 'El cant dels ocells', entre otras canciones.