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EUROPA PRESS-AMAN Benedicto XVI pidió ayer en una misa en Amán «respeto» hacia las mujeres y subrayó la necesidad de defender su «dignidad» para no tratarlas con «los criterios fríos de la explotación y el beneficio».

Ante más de 25.000 personas que llenaron el Estadio Internacional de la capital jordana, el Papa solicitó «valor» y coraje» a los cristianos en Jordania y en toda Tierra Santa.

«Que el coraje de Cristo nuestro Pastor os inspire y os sostenga diariamente en vuestro esfuerzo de dar testimonio de la fe cristiana y de mantener la presencia de la Iglesia en la trasformación del tejido social en vuestra antigua tierra», dijo el Papa. Benedicto XVI indicó a los presentes que la fidelidad a la misión de la Iglesia en Tierra Santa les exigía un «particular» coraje como era el de contagiar el diálogo y el trabajo frente a frente con los otros cristianos en el servicio del Evangelio y de la solidaridad con los pobres, los desfavorecidos y las víctimas de tragedias humanas.

Coraje a los cristianos
Además les reclamó coraje para «construir nuevos puentes para facilitar un encuentro fecundo con personas de otras religiones y culturas».
El Papa centró parte de su discurso en el valor de la familia y el papel insustituible de la mujer en la sociedad. «La Iglesia y la sociedad en su conjunto tienen que tener en cuenta aquello que mi predecesor Juan Pablo II llamaba el carisma profético de la mujer, como portadora de amor, maestra de misericordia y constructora de la paz, transmisora de calor a la humanidad a un mundo que juzga el valor de la persona con criterio fríos de la explotación y el beneficio», subrayó citando el documento 'Mulieris Dignitatem'.

Según remarcó, con su testimonio público de respeto hacia las mujeres y con su defensa de la dignidad innata de cada persona, «la Iglesia en Tierra Santa contribuye de forma importante al desarrollo de una cultura de humanidad verdadera y a la construcción de la civilización del amor».