Una caravana de ambulancias escoltada traslada a los retenidos desde el hotel al aeropuerto. Foto: ALY SONG/REUTERS

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AGENCIAS-PEKÍN/MÉXICO DF

Un Boeing 777 de Aeroméxico aterrizó ayer madrugada en Shanghai con la misión de repatriar a los ciudadanos mexicanos que quedaron varados en China, país que decretó la suspensión de la conexión aérea con México para evitar la transmisión del virus A/H1N1. Una medida idéntica ha dispuesto Pekín para facilitar el retorno de los pasajeros chinos que permanecen en territorio mexicano.

El Gobierno de Felipe Calderón ha considerado que China ordenó sin razones justificadas la cuarentena forzosa de 70 mexicanos, que no tenían síntomas de padecer la gripe porcina. Pekín también ha recibido críticas por suspender la importación de carne de cerdo (una medida que afecta a los productores porcinos españoles).

El Gobierno chino replicó ayer que el aislamiento es la medida preventiva apropiada para impedir la propagación del virus. La agencia oficial de noticias Xinhua informó que, a cambio de perder la libertad de movimiento, los pasajeros aislados habían sido confinados en las mejores habitaciones disponibles, y que habían recibido a diario cestas con flores y frutas.

Las autoridades sanitarias de Hong Kong han garantizado que permitirán abordar el vuelo de Aeroméxico a todos los ciudadanos en cuarentena que así lo deseen, con la excepción del paciente con gripe porcina. El portavoz del Departamento de Salud y Alimentación de Hong Kong ha explicado este martes que ese ciudadano mexicano, que tiene 25 años y se encuentra estable, debe permanecer bajo observación hasta que los médicos estén seguros de que ya no porta el virus A/H1N1.