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La cantidad de monóxido de carbono (CO) procedente del humo del tabaco es menor en mujeres que en hombres, lo que muestra que la forma de fumar de ellas es menos perjudicial para la salud, según los resultados del informe Comets elaborado por la Comisión Europea presentado ayer en Madrid.

Según este estudio, las mujeres dan menos caladas al cigarrillo y con menos intensidad, por lo que inhalan menos cantidad de humo, mientras que los hombres «inhalan más volumen de humo» porque consumen cada calada «más profundamente», explicó el coordinador del Grupo de Tabaquismo de Neumomadrid, Carlos Jiménez Ruiz, que añadió, además, que éstas diferencias se deben a que las mujeres fuman por recompensa positiva, es decir, «por disfrutar del cigarrillo».

Tras realizar mediciones de los niveles de monóxido de carbono en aire espirado a 221.655 ciudadanos de los 27 países de la Unión Europea entre 2006 y 2008, se observó que la media de partículas por millón (ppm) de CO era de 3,5 en no fumadores y de 16,4 en fumadores.

Además, en ambos casos se advirtió que la concentración de CO en los pulmones presenta «niveles significativamente más bajos» en las mujeres (3,2 ppm en las mujeres no fumadoras frente a 3,8 en los hombres, y 15 ppm en las mujeres fumadoras frente a 17,8 ppm en hombres).

Así, los ciudadanos no fumadores presentaron una media de 3,4 ppm de CO, frente al 16,7 ppm en los fumadores, observándose diferencias entre hombres y mujeres (3,2 ppm en las mujeres no fumadoras frente al 3,6 en los hombres, y 15,7 ppm en las mujeres fumadoras frente al 17,6 ppm en hombres).