La ministra alemana Jaqueline Cramer en la conferencia sobre el cambio climático. Foto: REUTERS

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EFE-INDONESIA

El desencuentro entre la Unión Europea (UE) y Estados Unidos sobre los compromisos de reducción de emisiones que deben asumir los países desarrollados y las acusaciones de las naciones en vías de desarrollo de presiones para rebajar sus emisiones, están marcando el final de la conferencia de Bali.

La organización de la conferencia comunicó que la reunión concluirá previsiblemente entre la 23.00 y las 07.00 de hoy, hora local (15.00-23.00 GMT).

El desencuentro principal se centra desde hace varios días en el compromiso de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que los países industrializados deben asumir, y en las reticencias por parte de los países en vías de desarrollo a asumir por su parte ningún compromiso en ese sentido.

La UE mantiene su posición de firmeza para que el documento final de la reunión recoja de una forma clara que los países industrializados se comprometen a reducir sus emisiones, y apuesta por que ese documento incorpore que la reducción será de entre el 25 y el 40 por ciento en el año 2020.

Informe

Bruselas mantiene en Bali que esa horquilla (25-40) es la que han recomendado los científicos del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) de la ONU, cuyo informe fue unánimemente aprobado por todos los países.

Estados Unidos, Canadá y Japón se oponen sin embargo a establecer esos compromisos, por considerar que pueden condicionar las negociaciones que arrancarán el año próximo.

Para tratar de acercar las posturas, Indonesia, como país anfitrión y presidente de la Conferencia, ha hecho una propuesta para tratar de consensuar un texto que satisfaga a todas las partes, y ha planteado que el documento final refleje el compromiso de los países ricos a reducir sus emisiones en un 50 por ciento en el año 2050.

Ante el desencuentro y la ralentización de las negociaciones, algunas partes apuestan por renunciar a especificar en el documento esos compromisos y por aplazar ese debate, conscientes de que en el año 2009, cuando se debería cerrar el acuerdo multinacional que sustituirá al Protocolo de Kioto, habrá cambiado, tras las elecciones del próximo año, la Administración estadounidense.

A estas dificultades en la negociación se han sumado las acusaciones de última hora de los países en vías de desarrollo (agrupados en el G-77 más China), que denunciaron que han sido amenazados con sanciones comerciales si no aceptaban comprometerse a limitar sus emisiones de carbono.

"Hemos estado bajo una fuerte presión para aceptar compromisos para aumentar la mitigación de una forma injusta y que retrasaría el desarrollo de nuestros países", dijo hoy el embajador de Pakistán ante la ONU y presidente del G-77 más China, Munir Akram, en rueda de prensa.

El acuerdo final en Bali queda pendiente del lenguaje del preámbulo y de los compromisos que asumirán los países emergentes, anunció ayer el secretario ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, Yvo de Boer. «Creo que estamos cerca del acuerdo, no hay bloqueo», indicó el holandés en conferencia de prensa en la isla de Bali (Indonesia), donde hoy se tenía que clausurar la XIII Conferencia de Cambio Climático y se ha tenido que aplazar la clausura debido a las discrepancias en el texto del acuerdo final.