Ciudadanos chinos intentan circular entre la espesa contaminación que envuelve Pekín. Foto: REINHARD KRAUSE/REUTERS

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EFE-LONDRES

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) advirtió ayer que en 2015 se producirá una crisis de suministro de petróleo si los Gobiernos de todo el mundo no toman medidas urgentes para reducir la demanda energética. En rueda de prensa en Londres para presentar su informe anual, la AIE aseguró que la creciente demanda de los gigantes asiáticos, China y la India, hace más necesarias acciones para reducir el consumo potenciando energías alternativas y haciendo un uso más eficiente de los combustibles.

Según el principal autor del informe, Fatih Birol, una de las claves para evitar la crisis será el modo en que afecte a la demanda los precios del petróleo, actualmente en máximos históricos y rozando los 100 dólares por barril en Estados Unidos y Europa.

Producción

Según Birol, la demanda de petróleo en el año 2015 requiere que la producción diaria aumente en 37'5 millones de barriles diarios, una cantidad superior a las estimaciones de 25 millones de barriles diarios adicionales que han anunciado los países productores de crudo para ese año.

Este desfase supondrá que la oferta sea insuficiente y «tendremos que atenernos a las consecuencias», señaló Birol.

De acuerdo con el informe, los países de todo el mundo tendrían que invertir 22 billones de dólares (15 billones de euros) en infraestructura para el suministro de la energía para soportar la demanda que se espera de aquí al 2030.

El informe enfatiza que es necesario hacer parte de esas inversiones en modos de hacer más eficiente el uso de la energía, lo que además repercutiría en grandes ahorros de dinero por el menor consumo de combustibles, matizó Birol.

Según el informe, la demanda energética crecerá un 55 por ciento hasta 2030, y casi la mitad de ese aumento corresponderá a China y la India. El ritmo anual de crecimiento de la demanda energética será de un 1'8 por ciento, y ésa llegará en el 2030 a los 17.700 millones de toneladas de equivalente de petróleo frente a los 11.400 millones que hubo en el 2005.

Los combustibles fósiles seguirán siendo la principal fuente de energía primaria y representarán un 84 por ciento del incremento global de la demanda hasta el 2030 aunque la parte del petróleo en la demanda global se reducirá de un 35 a un 32 por ciento.

El fuerte consumo de China ha supuesto que actualmente haya superado ya probablemente a Estados Unidos como principal fuente de emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, causantes del cambio climático.