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Pasadas ya las elecciones, el Ajuntament de Ciutadella ha resuelto las dudas técnicas que -según la versión oficial- mantenían bloqueada la solicitud de la compañía Prisoles Mediterráneo y, a través de la Comisión de Gobierno, autorizó ayer a la promotora a derribar el hotel Esmeralda.

Los concejales populares presentes en la reunión -Llorenç Casasnovas llegó tarde- acordaron conceder la preceptiva licencia para demoler el establecimiento hotelero y aprobaron el proyecto básico para su conversión en 166 pisos.

El expediente ya fue llevado la semana pasada a la Comisión de Gobierno, con los informes a favor de los servicios técnicos municipales, pero el PP decidió retirarlo a última hora del orden del día, aplazando así su decisión hasta después de los comicios celebrados este pasado domingo.

Representantes de Prisoles acogieron ayer la decisión municipal con satisfacción, ya que confirma el levantamiento de la suspensión cautelar de licencias que, desde finales de 2005, impedía convertir parcelas hoteleras consolidadas al uso residencial.

Pese a que la licencia otorgada ayer por el Ajuntament permite acometer ya la demolición del inmueble, la promotora es partidaria de posponer las obras hasta concluida la presente temporada turística.

La incertidumbre sobre la resolución municipal aconsejó reabrir nuevamente el hotel, a expensas de que el consistorio definiera su situación. Pero la decisión ha llegado justo al inicio de la temporada, lo que obliga a esperar ahora hasta el mes de octubre.

Para entonces, Prisoles espera contar ya con el proyecto ejecutivo y empezar a actuar sobre la zona con el objeto de materializar la iniciativa que, en un principio, ha cuantificado en 16 millones de euros.

Opción de compra
Desde el pasado 14 de marzo, Prisoles cuenta con una opción de compra sobre el hotel, que la compañía Soliplus 6 SA -propietaria del hotel- está dispuesto a traspasar por casi 30 millones de euros. El acuerdo se formalizó un mes después que el Ajuntament levantara la moratoria.