La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, explicó ayer los pormenores de la ley. Foto: J.J.G./EFE

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La lucha contra la contaminación del aire, que en España causa cada año 16.000 muertes prematuras, determinará las decisiones que tomen los ayuntamientos y las CCAA en materia de urbanismo, según el proyecto de ley de Calidad del Aire y Protección de la Atmósfera que aprobó ayer el Consejo de Ministros.

El Gobierno central y los autonómicos, dijo, «tendrán que ponerse de acuerdo» sobre los valores límite de las emisiones contaminantes, las normas urbanísticas y las autorizaciones del uso de algunos suelos, además de realizar una zonificación o mapa de áreas especialmente protegidas.

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró que la ley es necesaria por «la urgencia del problema» y por «la necesidad de modernización de una normativa que tiene ya 35 años» y está, «evidentemente, desfasada», en referencia a la Ley de Protección del Medio Ambiente Atmosférico, que data de 1972.

Recordó que la política medioambiental del Gobierno y, por lo tanto la nueva norma, se basa en la prevención; en el principio de responsabilidad, «el que contamina paga»; y el de corresponsabilidad de todas las administraciones.

A su juicio, el Ejecutivo «ha dado un paso muy importante» al incluir el medio ambiente dentro del concepto de bienestar y riqueza económica, y anunció que en este año se añadirán otras leyes en esa dirección tales como la del Agua o la de la Responsabilidad Medioambiental.

La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, explicó acto seguido las líneas del anteproyecto y adelantó que establece un rango de sanciones que pueden llegar hasta los dos millones de euros y el cierre de las instalaciones contaminantes. Con este anteproyecto, dijo, se sigue profundizando en garantizar, tal y como establece el artículo 45 de la Constitución, el derecho a un medio ambiente adecuado, «y el aire es un bien común cuya calidad es indispensable». «Cada vez hay más evidencias de la incidencia sobre la salud de la contaminación atmosférica», dijo, y agregó que a las 16.000 muertes prematuras que se estiman en España se añade el efecto en los niños, «con más casos de asma», por lo que el Ministerio de Sanidad y el suyo han empezado a hacer un estudio en profundidad. Las comunidades autónomas, detalló, tendrán que evaluar de forma continuada la calidad del aire, prevenir y controlar con instrumentos muy variados.

Si se superan los niveles de contaminación atmosférica, que en toda Europa provoca 350.000 muertes prematuras al año, las CC.AA. y los ayuntamientos deberán elaborar planes de reducción que serán determinantes en los instrumentos de planeamiento urbanístico y de ordenación del territorio. Paralelamente, establece distintos instrumentos para controlar las emisiones de actividades y productos y regula procedimientos de inspección.