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Entre 160.000 y 170.000 adolescentes de 14 a 18 años han consumido cocaína en los últimos 12 meses, informó ayer la ministra de Sanidad, Elena Salgado, para quien la situación de progresivo aumento del consumo de drogas es «alarmante». En el caso de la cocaína, el porcentaje de estudiantes de la citada edad que habían consumido cocaína en los últimos doce meses se ha multiplicado por cuatro en los últimos diez años (de 1994 al 2004), pasando del 1,8 al 7,2%.

En la actualidad, y según este especialista, la cocaína es la droga que más demanda de tratamientos genera entre consumidores que solicitan por primera vez atención médica, y se estima que entre un 65 y un 70% de los consumidores crónicos sufren paranoia transitoria. También se calcula que entre un 10 y un 15% de sus consumidores regulares desarrollan una dependencia de la droga.

La ministra, que consideró que este aumento se debe, entre otras razones, a la baja percepción del riesgo y a que la droga es barata y fácil de adquirir, señaló además que desde 1992 a 2002 se ha duplicado la proporción de urgencias hospitalarias por reacción aguda a la cocaína, pasando del 26,1 al 49%.

Todos estos datos están recogidos en el libro «Adicción a la cocaína: Neurobiología clínica, diagnóstico y tratamiento», editado por el Plan Nacional Sobre Drogas (PNSD). Su autor, Luis Caballero Martínez, es psiquiatra del Hospital Puerta de Hierro y recoge datos y estudios de unas 300 publicaciones para abordar la epidemiología del consumo de cocaína, los últimos hallazgos sobre mecanismos neurobiológicos y los avances en el diagnóstico y tratamiento.

La toxicidad cardiovascular es la principal causa de morbi-mortalidad asociada al consumo de esta sustancia, y el riesgo de padecer un infarto agudo de miocardio cuando se está consumiendo cocaína se multiplica por 24. Diversos estudios clínicos señalan además que el consumo de esta droga aumenta un 20% el riesgo de padecer accidentes cerebrovasculares, lo que podría explicar en parte el descenso de edad entre las personas que sufren este tipo de patologías.

Por otro lado, el porcentaje de muertes por reacción aguda a drogas en la que se ha identificado la presencia de cocaína ha pasado del 19,3% de los casos en 1987 al 54,24 en 2002. Los adictos a la cocaína que demandan tratamiento (sólo un 10% del total) son mayoritariamente varones, su edad media es de 28,7 años, habían empezado a consumir esta droga a los 21 años por vía intranasal (78 por ciento), pulmonar (20 por ciento) o intravenosa (2 por ciento) y en el momento de pedir ayuda solían consumir entre una y cuatro veces por semana. Además, tomaban alcohol (65 por ciento), cannabis (19%), heroína (12%) o anfetaminas (6%). «Este policonsumo es especialmente preocupante entre los jóvenes que aseguran ingerir alcohol además de cocaína multiplicando sus efectos adversos», según indicó el autor del trabajo, Luis Caballero.

Además de los daños físicos, neurológicos y psiquiátricos, hay estudios que revelan que el fenómeno de los celos patológicos es muy frecuente entre los cocainómanos.

Con todos estos datos en la mano, la ministra insistió en la necesidad de implicar a toda la sociedad, y recordó los programas de prevención, información y sensibilización, puestos en marcha por su departamento, que se concretan en el Plan de Acción 2005-2008.