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EFE-SEVILLA

El presidente saliente de la Sociedad Española del Dolor, Manuel Rodríguez, advirtió ayer de los efectos secundarios nocivos de los analgésicos no opioides -los más usuales- y pidió que se dispensen con receta.

Rodríguez advirtió de que el consumo de analgésicos no opioides, como el ibuprofeno, alcanzó el año pasado en España los 132 millones de envases -tres por español- pese a ser un medicamento con efectos secundarios perjudiciales a medio y largo plazo más nocivos que los de los analgésicos opioides.

Destacó que, además de las dolencias gástricas o renales más conocidas, los analgésicos antiinflamatorios convencionales acarrean a sus consumidores problemas cardiovasculares que hasta ahora sólo se circunscribían a los denominados coxibs.

Rodríguez aseguró que en España existe «opiofobia», por el «miedo» a la prescripción de medicamentos opioides, pese a que sus efectos secundarios, a medio y largo plazo, son menos dañinos que los de los convencionales.