Los obispos no están conformes con las recomendaciones de 'tolerancia' sexual desde la etapa escolar.

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La Conferencia Episcopal Española (CEE) se opone a la resolución del Parlamento Europeo sobre la homofobia en Europa, aprobada el pasado 18 de enero, por considerar que «incide negativamente en el ámbito de las conciencias» en relación con las uniones de personas homosexuales.

Si bien «esta resolución no obliga a los Estados miembros, puede representar una presión moral sobre los mismos», señala la Conferencia Episcopal, porque olvidando el principio de subsidiariedad, que debería ser norma en el correcto funcionamiento de las Instituciones de la Unión Europea, «pretende imponer a los ciudadanos de la Unión una concepción de la verdad antropológica contraria a los valores y principios de nuestra civilización».

El Comité Ejecutivo de la CEE hizo ayer pública una nota en la que afirma que «esta resolución, con el pretexto de evitar la discriminación de las personas homosexuales, lanza indirectamente la idea de que han de tratarse de la misma manera las uniones entre hombre y mujer que las uniones de personas homosexuales».

Con ello, dicen los obispos, «se falsea la verdad fundada en la naturaleza del hombre, que es creado como hombre y mujer» y, en consecuencia, «la resolución aprobada representa un serio peligro para la vida matrimonial y familiar y para toda la ordenación de la vida social en Europa».

El Parlamento Europeo aprobó el 18 de enero de este año la resolución P6-TA, que condena la «homofobia», rechazando, dicen los obispos, «justamente las actitudes de discriminación, desprecio y violencia hacia las personas de tendencias homosexuales».

«Sin embargo -añade la nota del Comité Ejecutivo-, con este motivo, hace una llamada a los Gobiernos de los países miembros de la Unión Europea para que revisen su legislación sobre las parejas del mismo sexo».