Imagen de archivo de pisos en construcción. La vivienda es uno de los problemas que más preocupan a los españoles.

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La vivienda es uno de los problemas que más preocupan a los españoles, tal y como demuestra el hecho de que el año pasado recuperara el primer puesto en el ránking de reclamaciones y consultas presentadas por los consumidores. Durante 2005, del total de 1.138.098 interpelaciones realizadas por parte de los consumidores, la vivienda acaparó el 13,46%, desbancando así del primer lugar a los servicios financieros, que caen hasta el tercer puesto. En el segundo lugar se sitúan las consultas y reclamaciones relacionadas con los servicios de telefonía y telecomunicaciones, que acaparan el 11,17% del total.

Completan la clasificación el sector seguros, que acapara el 4,07% de las reclamaciones y consultas, y la vivienda en arrendamiento, con el 3,67%.

Según el informe sobre reclamaciones y consultas recibidas por las asociaciones de consumidores de ámbito nacional publicado ayer por el Ministerio de Sanidad y Consumo, la vivienda en propiedad recibió en 2005 más de 153.000 consultas y reclamaciones por parte de los usuarios, el 13,46% del total, un 3% más que en 2004 -el menor incremento de los últimos cinco años-, y recupera así el primer puesto.

En segundo lugar, con más de 127.125 consultas y reclamaciones, aparecen los servicios de telecomunicaciones, que ascienden desde el tercer al segundo puesto. Les siguen, con más de 112.000 interpelaciones de los consumidores, los servicios financieros, que pasan del primer puesto obtenido en 2004, cuando acapararon el 11,4% del total, hasta ocupar el tercer lugar.

Los datos enviados por las asociaciones de consumidores al Ministerio de Industria y Comercio revelan que la proporción de consultas, un 72,9%, es muy superior a la de reclamaciones, un 27,1%. Se sigue así con la tendencia de los últimos quince años, donde el porcentaje medio es del 68% para las consultas y del 32% para las reclamaciones de los consumidores.

En cuanto a las motivaciones de las reclamaciones de los usurarios, las deficiencias en la prestación del servicio contratado se encuentran en primer lugar, seguidas del incumplimiento de las condiciones de venta, los problemas relacionados con la facturación o los precios, las cláusulas abusivas y la publicidad engañosa. En todo caso hay que destacar que durante los dos últimos años se ha producido un incremento muy significativo de «motivos no clasificados».