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La ministra de Sanidad, Elena Salgado, avanzó ayer que el Gobierno no va a emprender ninguna reforma legal sobre la eutanasia pese al debate que se ha abierto en la sociedad tras conocerse el caso de Jorge León, un pentapléjico que apareció muerto en su domicilio de Valladolid junto a la máquina que le permitía respirar. Ante este caso, y ocho años después del de Sampedro, las organizaciones pro eutanasia vuelven a reclamar que se regule esta práctica mientras las contrarias insisten en la necesidad de potenciar los cuidados paliativos.

Sin embargo, la polémica en la calle es inevitable. La Asociación de Médicos Progresistas anunció que «promoverá y solicitará a partidos políticos, sindicatos y asociaciones ciudadanas que se respeten las condiciones para aprobar leyes y normativas para despenalizar la eutanasia con los debidos controles legales, garantizándose así el respeto a la libertad y el derecho del ser humano a morir con dignidad». Los médicos progresistas consideran que el acortamiento de la vida de todo aquél que sufre una enfermedad incurable o irreversible es un derecho humano fundamental en todo estado laico, plural y democrático.

Salgado fue tajante al afirmar que el Gobierno considera que «no corresponde ahora» hacer el debate sobre la eutanasia. Según avanzó, «no hay ninguna intención de realizar ningún tipo de actuación» en relación a este tema. «Es un debate que se suscita cada vez que aparece un caso así, aunque el tema de la eutanasia debe separarse completamente del relativo a los cuidados paliativos», dijo.

Sobre esta última cuestión, la ministra avanzó que el Ejecutivo pretende aprobar a final de año «una serie de estrategias nuevas para intensificar los cuidados paliativos, lo que implica que los pacientes puedan tener sus últimas horas de vida sin dolor».

Frente a esta opinión, la plataforma ciudadana Hazteoir.org cree que legalizar la eutanasia es pretender que la vida de los enfermos es menos digna. «Legalizar la eutanasia no es una conquista de la libertad, sino el camino para llegar a una sociedad que no respeta la dignidad y la libertad de sus enfermos y mayores», sostiene.

Igualmente, Hay Alternativas considera un retraso pedir la legalización de la eutanasia «porque casos como éste recuerdan la urgente necesidad de investigar y desarrollar una red nacional de cuidados paliativos, que es lo que están pidiendo las personas que se encuentran en la situación de Jorge León».