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El informe sobre la juventud española presentado ayer indica que el porcentaje de los que se declaran católicos ha descendido sensiblemente, hasta caer por debajo del 50%, cuando hace diez años era del 77. De hecho, la Iglesia es la institución que más desconfianza les inspira, por delante incluso de las grandes multinacionales.

En la presentación del trabajo de más de 400 páginas, el autor del capítulo dedicado a la religión, Juan González-Anleo, subrayó que el alejamiento de los jóvenes de la Iglesia «se ha acelerado de forma sorprendente» respecto a diez años atrás cuando el 77% se declaraba católico, y hoy no llegan al 50%, un descenso de más de 25 puntos».

El trabajo «Jóvenes españoles 2005», basado en una encuesta a 4.000 personas de 15 a 24 años, es el sexto estudio general que elabora la Fundación Santa María desde 1982 para analizar aspectos como los valores, orientaciones políticas, religiosidad y tiempo de ocio de la juventud.

En 1994, dos terceras partes de los jóvenes afirmaban que eran miembros de la Iglesia y que pensaban seguir siéndolo; en 1999 ya eran solo la mitad y en el 2005 es un 29%.

Ello obedece, para el redactor del capítulo, a la creciente secularización de la sociedad, la «impopular postura de la Iglesia» en temas como la ley que regula el matrimonio entre personas homosexuales, el aborto o la sexualidad, y a los cambios políticos en una «dirección laicista».