Los vecinos de la localidad murciana de Las Torres de Cotillas fueron los agraciados con el primer premio del Sorteo del Niño.

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La suerte del primer premio de «El Niño» cayó íntegra en la localidad murciana de Las Torres de Cotillas, donde se vendió, el 60.657, que disparó la alegría en este pueblo de aproximadamente 18.000 habitantes, no muy alejado de la capital.

La lotera, que no ha jugado al número afortunado, dijo que miembros del Club CAM de tenis, perteneciente a la Caja de Ahorros del Mediterráneo, figuran entre los agraciados. Las calles del centro de Las Torres de Cotillas, una localidad de 18.000 habitantes, se convirtieron en una auténtica fiesta cuando saltó la noticia, y numerosos vecinos salieron de sus casas para celebrar junto a los afortunados la «lluvia» de millones.

El segundo premio, el 27.029, se repartió entre Alcoy (Alicante) y Logroño, pero de manera muy desigual, ya que de las 50 series del número, 49 fueron a parar a la localidad alicantina, y solo una (diez décimos) a la riojana.

Los habitantes de Balears se quedaron, un año más, sin suerte en este Sorteo del Niño que ni rozó las Islas.

El primer premio de «El Niño», que ayer se celebró en Madrid, fue el más cuantioso de la historia, con dos millones de euros a la serie, mientras que el segundo estuvo dotado con un millón de euros a la serie.

En Las Torres de Cotillas estalló la algarabía, la alegría y el bullicio a las 12.30 horas, cuando se conoció el primer premio. La titular de la administración de lotería premiada, Fuensanta Aupí, dijo que todavía no ha podido comprobar si se ha devuelto parte del número, ya que hasta última hora de la noche del jueves tuvo muchísimo trabajo, y será necesario verificar en el sistema informático si ha habido devoluciones, pero, en tal caso, habrá sido «muy poco». Las 50 series del número suponen, con una venta total de los décimos, 100 millones de euros.

Fuensanta, que regenta la administración número 1 de esta localidad desde hace 19 años, en medio del griterío de vecinos que se lanzaron a la calle para festejar el premio, se confesó «muy nerviosa y con una alegría inmensa», y dijo que la suerte está «muy repartida», ya que el numero premiado se vendió por ventanilla.

Cantos, gritos y lágrimas de emoción, junto al descorche de decenas de botellas de cava y sidra fueron los elementos principales de la celebración, a la que se sumaron el propio alcalde, Domingo Coronado, amigos y curiosos que quisieron ser testigos de este acontecimiento.