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ANXO LAMELA-ESTOCOLMO
El Konserthuset de Estocolmo homenajeó anoche, con más pompa que nunca, el genio intelectual en ciencia y humanidades con la ceremonia de los Nobel, a la que no acudió por enfermedad el británico Harold Pinter, ganador en Literatura. El rey Carlos Gustavo entregó los tradicionales diplomas y medallas a los once premiados.

El inicio de la ceremonia coincidió con una manifestación antifascista por el centro de Estocolmo, en protesta por una concentración de extrema derecha en Salem -al sur de la capital-, no se registraron incidentes significativos. El presidente de la Fundación Nobel, Marcus Storch, abrió la ronda de discursos, en sueco e inglés, recordando los 110 años de la firma del testamento de Alfred Nobel, creador de los premios.

Stig Stenholm, miembro de la Academia Sueca de las Ciencias, presentó el Nobel de Física al alemán Theodor W. Haensch y a los estadounidenses Roy J. Glauber y John L. Hall, de quienes alabó sus estudios pioneros sobre el comportamiento de la luz.

Sus compatriotas Robert H. Grubbs y Richard R. Schrock y el francés Yves Chauvin, ganadores en Química, fueron presentados por otro miembro de la Academia, Per Ahlberg, para el que su hallazgo de los catalizadores de la metátesis ha sido tan «revolucionario» que «ha cambiado la forma de pensar sobre la producción de moléculas».