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El Ministerio de Sanidad y Consumo propondrá a las comunidades autónomas una serie de medidas adicionales para mejorar los niveles de seguridad alimentaria tras las intoxicaciones con pollo contaminado del Grupo Sada.

La ministra de Sanidad señaló que entre estas medidas, que serán propuestas formalmente a las comunidades en la primera semana de octubre en el seno de la reunión del Pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), también figurará una propuesta para incluir en la red de alerta alimentaria a las cadenas de distribución.

Entre ellas destaca una reforma normativa para que todos los casos de salmonelosis sean de declaración obligatoria y los brotes de la enfermedad de «notificación urgente», según avanzó ayer la titular de Sanidad, Elena Salgado. Actualmente los brotes sólo son de notificación obligatoria si afectan a más de una comunidad.

Salgado justificó la puesta en marcha de estas medidas con el hecho de que el 80 por ciento de las intoxicaciones por consumo de pollo con salmonela se produjeron antes de que se recibiera la alerta, por lo que se pretende «acortar los tiempos de reacción». No obstante, defendió que en este caso la red de seguridad alimentaria ha funcionado correctamente.

Tras expresar sus condolencias a la familia del fallecido en la Comunidad Valenciana por este brote, la titular de Sanidad apuntó que también se propondrá a las comunidades autónomas la elaboración de un protocolo adicional al vigente de gestión de alertas para potenciar los cauces de información al ciudadanos.

Por otra parte, la oposición, y concretamente la portavoz adjunta del PP en la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso, Mercedes Roldós, pidió la dimisión de la ministra de Sanidad y Consumo, Elena Salgado, por tratar de «minimizar la crisis de intoxicación por salmonela por consumo de pollo, después de pasar 10 días de vacaciones».