Doña Letizia saludó uno por uno a los familiares de las víctimas.

TW
0

EFE-GUADALAJARA
Gritos reclamando la dimisión del presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, y la de los ministros Cristina Narbona y José Bono, y 'vivas' a los retenes se escucharon a la entrada y la salida del funeral por los once trabajadores forestales fallecidos en el incendio de Guadalajara.

Tras ser despedidos los príncipes de Asturias en medio de aplausos a la salida de la iglesia del Fuerte de San Francisco, donde se ofició la misa funeral, un grupo de entre el centenar de personas que se encontraban en el exterior del templo pidió la dimisión de Barreda, Bono y Narbona y daba vivas a los retenes, mientras se quejaban de que a una veintena de éstos no se les hubiera dejado entrar al funeral.

Los príncipes de Asturias acompañaron a los familiares de los once trabajadores forestales que murieron en el incendio en un funeral celebrado en la Iglesia del Fuerte de San Francisco que reunió a más de mil personas, parte de ellas en el exterior del templo.

A su llegada a la iglesia, don Felipe y doña Letizia, vestidos con trajes oscuros, expresaron su condolencia a los familiares de las víctimas y, banco por banco, dieron la mano, besaron y abrazaron a los allegados en cuyos rostros se reflejaba el dolor y la emoción.

En la homilía, el obispo de Sigüenza-Guadalajara, José Sánchez, invitó a todos a hacer «un riguroso y sereno» análisis de lo sucedido para «sacar las debidas consecuencias y corregir o mejorar conductas donde haya lugar».