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EFE-SUDÀN

El Gobierno sudanés ha emprendido una campaña de amenaza y arrestos contra quienes denuncian las violaciones sexuales en la región de Darfur, escenario de la peor crisis humanitaria del siglo.

En las últimas 48 horas, dos responsables de la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) y el traductor que ayudó al secretario general de la ONU a escuchar las quejas de las víctimas en el mayor campo de refugiados de la región han sido detenidos por la Policía sudanesa.

Uno de ellos, el británico Paul Foreman, jefe de proyectos de MSF en Jartum, fue atrapado y puesto en libertad bajo fianza a las pocas horas, pero se le prohibió abandonar el país.

El segundo, el holandés Vincent Hoedt, fue apresado en la ciudad de Nyala, capital de Darfur Sur, donde también era jefe de proyectos, y según MSF ha sido trasladado a la capital para ser interrogado. La misma suerte ha corrido el traductor improvisado de Annan, pese que el Gobierno de Jartum se había comprometido públicamente a garantizar su seguridad.