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El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, pidió ayer a los ciudadanos su «máxima participación» en la boda del Príncipe Felipe, día en el que una docena de calles emblemáticas de la capital quedarán cortadas al tráfico y se cerrarán varias estaciones de Metro. En el segundo bando que realiza el alcalde madrileño en su primer año de mandato, pidió a los madrileños que se vuelquen con este acontecimiento histórico con «la más afectuosa de las actitudes», y devolver así a la Corona el «calor y el apoyo» que brindó al pueblo de Madrid «en su hora más difícil», en referencia a los atentados del pasado 11 de marzo.

Igualmente, las estaciones de Metro de plaza de España, Callao, Gran Vía, Banco de España y Atocha, así como los aparcamientos públicos del entorno de la plaza de Oriente-Plaza de España-Gran Vía quedarán cerrados por motivos de seguridad.

Ruiz-Gallardón también presentó el plan de movilidad para esa jornada, que incluye los cortes al tráfico de una docena de calles significativas, entre ellas la Gran Vía, la calle Alcalá, el paseo del Prado y la calle Alfonso XII, por las que no se podrá circular tampoco el día anterior.

Las restricciones y cortes al tráfico comenzarán a aplicarse a partir de las 9.00 horas del viernes, con el cierre de la calle de San Quintín, en sentido Bailén, y hasta las 20.00 horas del día 22, mientras que el cierre total del eje de la Cuesta de San Vicente, escenario de la boda real, se mantendrá desde las 00.00 a las 20.00 horas del sábado. El plan de movilidad, que incluye la gratuidad del transporte público durante el día 22, prevé alternativas para cada una de las restricciones señaladas.