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SAN FRANCISCO. EFE. La industria discográfica, muy criticada tras la reciente ola de demandas contra los internautas que copian música ilegalmente, afronta ahora otra demanda contra su programa de amnistía para los piratas. La asociación que agrupa a las principales discográficas (RIAA, por sus siglas en inglés), podría encontrarse con la horma de su zapato si prospera una demanda interpuesta en un juzgado del condado de Marin, al norte de California. Esta asociación denunció el lunes en tribunales federales de todo el país a 261 individuos por copiar y distribuir ilegalmente cientos de canciones por Internet, lo que presuntamente constituye una violación de las leyes de propiedad intelectual. Para amortiguar los efectos de esta agresiva campaña, la RIAA ofreció también un plan de «amnistía», al que los 261 presuntos infractores no pudieron acogerse y que permitirá a los usuarios esquivar las demandas si prometen cumplir una serie de condiciones, como no volver a copiar música de la red. La demanda contra la RIAA, interpuesta por Eric Parke, un particular de Novato (California), denuncia que este programa de amnistía, apodado «Clean Slate» (pizarra limpia) es fraudulento y engañoso. Esto es así porque, argumenta la demanda, la llamada amnistía está «diseñada para inducir al público general a incriminarse a sí mismo», ya que los usuarios estarían dando a las discográficas las pruebas del delito sin recibir a cambio la seguridad de que, efectivamente, no se les volverá a perseguir en el futuro.