En Perú, los ciudadanos colocaron velas alrededor de la palabra paz en el exterior de la embajada de Estados Unidos.

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Miles de manifestantes protestaron ayer en todo el mundo contra la intervención militar en Irak y reiteraron su rechazo al ataque al poco tiempo de comenzar los bombardeos sobre territorio iraquí. En algunos casos, como en El Cairo, las fuerzas de seguridad reprimieron con dureza una manifestación de unas cinco mil personas y en otros, como en Berlín, unas cincuenta mil protestaron contra los ataques sin que se produjeran incidentes de importancia. En Estados Unidos, las organizaciones que se oponen a la invasión estadounidense de Irak convocaron manifestaciones y paros en todo el país como respuesta al anuncio del presidente George W. Bush de que el ataque había comenzado.

Miles de británicos protestaron en diferentes ciudades del Reino Unido y, en Londres, fueron alrededor de 2.000 los pacifistas que se manifestaron ante el Parlamento británico y ante la residencia del primer ministro, Tony Blair, en Downing Street, al grito de «parad la guerra». En Francia, las manifestaciones fueron convocadas en numerosas ciudades y protagonizadas mayoritariamente por estudiantes, con la atención puesta en el llamamiento a protestar ante la Embajada de Estados Unidos en París, situada en la céntrica Plaza de la Concordia. En Berlín, donde el canciller federal alemán, Gerhard Schroeder, reiteró su rechazo a la intervención militar sobre territorio iraquí, unas cincuenta mil personas protagonizaron la mayor manifestación de protesta en el país y fueron quemadas al menos dos banderas estadounidenses. También hubo manifestaciones en otras ciudades alemanas.

También hubo manifestaciones en varias ciudades de Grecia, en cuya capital, Atenas, unas cien mil personas se dirigieron a la Embajada estadounidense para expresar su oposición a los ataques contra Irak. En México, pocos minutos después de que expirara el plazo dado por el Gobierno de Estados Unidos al régimen iraquí para que se desarmara, miembros de la organización ecologista Greenpeace instalaron en la capital una pirámide hecha con barriles de crudo y acusaron al presidente George W. Bush de «matar a cambio de petrólero».