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Amnistía Internacional (AI) entregó ayer 1'4 millones de firmas en la embajada de Nigeria para evitar la lapidación de la nigeriana Amina Lawal, una divorciada de 30 años a quien una corte islámica halló culpable de adulterio tras quedarse embarazada. Este casi millón y medio de firmas se suman al otro millón que la sección española de AI hizo llegar a la legación diplomática en octubre pasado, recordó a la prensa la presidenta de Amnistía Internacional, Eva Suárez Llanos.

Por otro lado, solicitó la desaparición de estas penas que violan «gravemente» los derechos humanos e indicó que a pesar de aplicarse tanto a hombres como a mujeres, éstas se imponen «sobre todo» a la mujer. La campaña de recogida de firmas promovida por AI comenzó hace diez meses y acaba de incorporar la novedad de poder enviar a Amina mensajes de apoyo. Los primeros en adherirse a esta última posibilidad han sido los niños de la Escuela Libre Michael de Madrid, que han enviado a la nigeriana numerosos dibujos y escritos de solidaridad.

A un mes de que el tribunal de apelación del Estado de Katsina celebre una vista para decidir sobre la suerte de Amina, Suárez subrayó la importancia de mantener la presión de la comunidad internacional para impedir la muerte de la mujer, actualmente en libertad pero tutelada por un hombre. En el caso de que el fallo resultara desfavorable, la defensa legal de Amina podrá recurrir la sentencia ante el Tribunal Federal de Nigeria y, posteriormente, ante el Tribunal Supremo del país africano, añadió.

La presidenta de la sección española de Amnistía Internacional pidió al Gobierno nigeriano que «pase de las palabras a los hechos», después de que éste reconociera públicamente la inconstitucionalidad de las sentencias de muerte impuestas por los tribunales musulmanes establecidos en los Estados del norte del país. En la misma situación de Amina -la segunda mujer condenada a ser lapidada por adulterio desde que la ley islámica (sharia) entró en vigor hace más de tres años en Nigeria- se encuentran otros cuatro compatriotas suyos, informó Suárez.

La presidenta de la sección española de Amnistía concluyó que Amina es consciente de todo lo que se está haciendo por ella y recordó que al inicio del proceso «ni siquiera» tenía asignado un abogado. La primera mujer sentenciada a morir lapidada por adulterio desde que se aplica la sharia en Nigeria fue Safiya Husaini, quien recurrió el fallo y quedó en libertad.