TW
0

EFE-PARÍS El mundo de la gastronomía francesa se mostró ayer conmocionado por la muerte de Bernard Loiseau, uno de los grandes cocineros de Francia, que, según los primeros indicios, se suicidó el lunes de un disparo con una escopeta de caza. Otros famosos cocineros franceses y allegados a Loiseau apuntaron como causa de su probable suicidio la perdida de dos puntos (de 19 sobre 20 a 17) en la última edición de la guía gastronómica GaultMillau, así como los rumores de que la guía Michelin le iba a quitar las tres estrellas que ostentaba desde 1991. Su viuda, Dominique Loiseau, manifestó que su marido estaba «muy cansado y muy fatigado», pues «estaba todos los días en el trabajo» y desde hacia tres años no había tomado vacaciones. Ultimamente, el cocinero, de 52 años, padre de tres hijos, «estaba debilitado, hasta el punto de no ver claramente las cosas», según su viuda, quien reconoció que los artículos de prensa sobre su perdida de valoración en el mundo de la crítica gastronómica le habían afectado y estaba «muy preocupado».