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La Cruz Roja de Baleares atendió durante el año 2000 a un total de 1.195 personas dentro de su programa de ayuda básica a domicilio, dirigido sobre todo a ancianos y discapacitados psíquicos o físicos, lo que representa un incremento del 15'7 por ciento con respecto a los servicios efectuados el año anterior.

Así se pone de manifiesto en la memoria de la entidad correspondiente al pasado año, dada hoy a conocer, en la que también se refleja que Cruz Roja en las Islas manejó durante ese ejercicio una partida económica de 626 millones de pesetas aportados por diversas administraciones públicas y entidades privadas.

De acuerdo con estos datos, los voluntarios de Cruz Roja atendieron también a 1.220 personas dentro de sus servicios de teleasistencia, un 22 por ciento más que el año anterior, y a 86 usuarios desde los centros de día, una cifra un 145 por ciento superior a la registrada en 1999. Por contra, los servicios de ayuda a domicilio complementaria y los de transporte adaptado, con 340 y 647 beneficiarios, respectivamente, se redujeron en un 9'3 por ciento y un 19 por ciento en relación al mismo periodo de hace dos años.

En lo que respecta a las acciones que emprende la entidad en la lucha contra la pobreza, la memoria pone de relieve que 12.045 personas se beneficiaron del programa de distribución de alimentos y, 273, del servicio de unidad móvil para personas sin techo, lo que supone un incremento del 810 por ciento con respecto a 1999. El número de inmigrantes atendidos durante el 2000, un total de 1.782, supuso un crecimiento del 81 por ciento respecto a los que lo fueron en 1999, en tanto que la cifra de refugiados atendidos se situó el año pasado en 58 personas.