Interceptan a 61 inmigrantes indocumentados en las costas de Tarifa

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EFE-LAGOS El presidente de Nigeria, Olusegun Obasanjo, ha confirmado que 150 niños que eran transportados ilegalmente en un buque con dirección a Gabón para ser vendidos como esclavos murieron cuando navegaban en aguas del oeste africano, según informó ayer la prensa local, que cita a un portavoz oficial del presidente. Los menores, según las declaraciones del jefe de Estado nigeriano, «habrían sido vendidos a comerciantes gaboneses para forzarlos a la venta ambulante de tejidos y agua».

Obasanjo, que no citó la fuente de información, hizo esas revelaciones el pasado miércoles con ocasión de la reunión anual del Consejo de Sociedades Nigerianas de la Mujer antes de partir hacia Génova, donde asiste a la cumbre del G-8. El jefe de prensa de la oficina de la presidencia, Attah Esa, señaló que «el Presidente podría haber tenido conocimiento del hecho durante la visita oficial que realizó a Gabón hace dos semanas». Funcionarios en Nigeria del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) declararon que la noticia reflejada en la prensa local era la primera información que recibían y que habían iniciado una investigación para conocer las fuentes y más detalles sobre el suceso.

El tráfico de niños esclavos centró la atención internacional el pasado abril cuando funcionarios de Naciones Unidas descubrieron al menos a una docena de menores en un buque de bandera nigeriana al atracar en el puerto beninés de Cotonou.

Familias muy pobres en Africa del Oeste y regiones centrales entregan a sus hijos menores a redes de traficantes a cambio de un poco de dinero y la promesa de que «en otros países encontrarán trabajo y medios para estudiar y educarse, además de que enviarán dinero a sus hogares».

Los niños, que nunca regresarán a sus casas, son comprados por altos precios en países del Golfo de Guinea y obligados a trabajar en condiciones infrahumanas, principalmente en las plantaciones de cacao de Gabón y de Costa de Marfil, los mayores productores mundiales de ese producto. Las niñas realizarán trabajos domésticos y en la mayoría de las ocasiones serán forzadas a ejercer la prostitución. El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, en su reciente visita a varios países de Africa, se refirió al tráfico ilegal de menores y lo calificó como «una penosa forma de esclavitud de nuestros tiempos» y pidió esfuerzos para evitar que este tipo de acciones puedan repetirse.