Vista de la sala donde se celebra el juicio contra Joaquín José Martínez.

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EFE-TAMPA (EE UU) El juez Rogers Padgett decidió suspender las sesiones hasta hoy, después de que la defensa completara su corta lista de testigos, la más importante Leah Thomas, hermana menor de Laura Babcock, la ex amante de Martínez.

Thomas, que es ahora una experta en criminología, contradijo directamente a su hermana al decir que el 28 de octubre de 1995, un día después del asesinato de la pareja, no notó nada anormal en Martínez, ni heridas ni rasguños. Babcock, en lo que ha sido el testimonio mas incriminatorio contra Martínez, dijo que el 27 de octubre de ese año regresó al apartamento que compartían «con ropas diferentes a las que había salido por la mañana, con rasguños en las manos y un labio inflamado». Pero Thomas dijo, bajo juramento, que no había visto ninguna herida o rasguño en las manos o cara de Martínez, ni nada anormal en su comportamiento.

Sí admitió que ambos "Joe (como conocen a Martínez) y su hermana" estaban tristes ese día porque iban a romper sus relaciones y Laura se estaba mudando a la casa de su madre. Después de su testimonio, Thomas se acercó a saludar cariñosamente a Sara Martínez, madre del acusado.

El lunes, su hermana Laura ni siquiera dirigió la vista a los padres y salió llorando de la sala del tribunal, después de haber incriminado a su ex novio.

Cuando Martínez vivía con Babcock, el español se estaba divorciando de Sloane Millian, con la que tiene dos hijas pequeñas.