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EFE-LUXEMBURGO Los ministros de Sanidad de la Unión Europea acogieron bien ayer la propuesta de la ministra española de Sanidad y Consumo, Celia Villalobos, de excluir el tabaco del Indice de Precios al Consumo (IPC), según aseguraron el comisario europeo David Byrne y el ministro sueco Lars Engqvist.

Villalobos planteó ayer a sus socios comunitarios que el tabaco desaparezca como elemento de la cesta de la compra del IPC armonizado, para que los Estados miembros puedan llevar a cabo políticas disuasorias del consumo de tabaco, como por ejemplo aumentar el precio de la cajetilla.

Engqvist aseguró que la propuesta de sacar el tabaco del IPC armonizado «no sólo la ha planteado España, sino también otros estados miembros» y aseguró que, aunque los ministros de Sanidad de la UE «no han tomado una decisión al respecto, muchos apoyan esta iniciativa».

El comisario Byrne reconoció que «existe una relación entre el inicio del tabaquismo y el precio del tabaco» y aseguró que su intención es «romper esa conexión». Recordó que los ministerios de Sanidad de algunos Estados miembros se enfrentan al problema de que si quieren aumentar el precio de la cajetilla de tabaco, el alza tendrá «consecuencias directas sobre los datos de la inflación», que podrían suponer «incluso un 1 por ciento», según datos proporcionados por el comisario. Celia Villalobos, por su parte, aseguró que no se trata de reducir «a puñetazos» la inflación, sino que es una «cuestión de principios», porque el tabaco «es un droga que crea adición y no puede estar en la cesta de la compra comparándola con el pollo».