Kofi Annan se reunió ayer, entre otros, con el presidente francés, Jacques Chirac.

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EUROPA PRESS-BRUSELAS «Esta es la tercera Conferencia sobre los Países Menos Avanzados en 20 años. En este tiempo, la lista de PMA en lugar de reducirse se ha ampliado», dijo Annan ante un auditorio formado por los Jefes de Estado o los ministros de Exteriores de los 49 países considerados PMA, los reyes de Bélgica, Alberto II y Paola, y los altos funcionarios del resto de países miembros de la ONU. Desde 1981 hasta ayer, la lista de PMA ha pasado de tener 25 miembros a 49, que suman 630 millones de habitantes, una décima parte de la población mundial. «Para la mayor parte de ellos, la vida no es más que una lucha permanente por la supervivencia», afirmó Kofi Annan.

El secretario general apostó por que ésta sea una Conferencia «diferente» a las celebradas en París en 1981 y 1990, y destacó el que la cita dará lugar a un acuerdo que contenga «no sólo los objetivos sino también los mecanismos que deben permitir realizarlos y medir los progresos alcanzados». «No hay que olvidar a los 600 millones de desheredados para quienes esta conferencia es quizás la última oportunidad de alcanzar una vida mejor», culminó el secretario general de la ONU, Annan.

El 'mea culpa' estuvo también presente en las intervenciones del resto de participantes de la sesión. El presidente de la República francesa, Jacques Chirac, señaló que a pesar del empeoramiento de las circunstancias económicas de los PMA, los países industrializados «han reducido a la mitad sus ayudas al desarrollo durante el decenio de los 90». Chirac abogó por incrementar esta ayuda al desarrollo, «aligerar la deuda de los PMA», promocionar la inversión extranjera en sus economías e incluirlas en el «comercio liberalizado». Asimismo, Chirac apostó por que los países industrializados «asuman toda su responsabilidad» sobre «fenómenos globales», como el calentamiento de la tierra, el deterioro de la biodiversidad o el crimen organizado, «que tienen a los PMA como primeras víctimas». El Presidente francés acabó su discurso con un tono optimista al afirmar que «los Países Menos Avanzados serán los Próximos Países Emergentes» y animó a los presentes a calificarlos así a partir de ahora.

Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, también destacó en la jornada de ayer el que, a pesar de la globalización y modernización de la economía mundial, «el escalón entre las naciones pobres y ricas se haya acrecentado dramáticamente», en especial en el caso de los Países Menos Avanzados.