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MIAMI. REUTERS. Un escándalo originado en la universidad de Virginia la semana pasada ha centrado la atención sobre la batalla contra el plagio de documentos en Internet, que ha hecho las trampas académicas en la era informática más fáciles, rápidas y -hasta ahora- más difíciles de detectar. En ese incidente, se sospecha que 122 estudiantes copiaron trabajos de física y pueden ser expulsados o privados de sus últimas notas en el centro universitario de Charlottesville, Virginia. Las sospechas surgieron cuando un estudiante que consiguió notas deficientes con un trabajo se quejó ante el profesor de Física, Louis Bloomfield, de que los «tramposos» estaban logrando mejores clasificaciones copiando los trabajos de otros en la Red. Bloomfield creó un programa de ordenador para buscar frases similares en las últimas seis o más tareas. Pasó 1.500 tareas recibidas por correo electrónico en los últimos años y encontró que 122 tenían términos sospechosamente similares, incluidos 60 que eran prácticamente idénticos. Sus hallazgos muestran cómo han avanzado las trampas académicas en el mundo online. En lugar de copiar de libros o prestarse y reciclar tareas de amigos, los estudiantes pueden entrar en un gran número de páginas de Internet, copiar unos párrafos y luego bajarse documentos enteros, como hacen con los archivos de música, por ejemplo. «Los responsables del campus están luchando con este tema de la facilidad que es conectarse a Internet y bajarse estos trabajos», dijo Wendy Robinson, que imparte un curso sobre «Etica e Internet» en la universidad Duke. «Es algo que aumenta cada día en los campus», añadió.