El féretro con los restos mortales fue recibido con aplausos de personas que arroparon además a la viuda.

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El duque de Alba, Jesús Aguirre, fallecido en Madrid a los 66 años, recibió un emotivo y caluroso adiós en Loeches, donde fue enterrado en el panteón que la familia posee en el Convento de las Madres Dominicas, en el que reposan también los restos del primer marido de la duquesa, Luis Martínez de Irujo. El féretro con los restos mortales del duque de Alba llegó a la citada localidad, a unos treinta kilómetros de la capital y muy ligada a la Casa de Alba desde hace varios siglos, sobre las 17:10 horas, y fue recibido entre aplausos por más de quinientas personas que arroparon además a la viuda, Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, y a su familia.

Además de la familia al completo, asistieron al entierro el jefe de la Casa del Rey, Fernando Almansa, los alcaldes de Madrid y Sevilla, el secretario de Estado de Cultura, Luis Alberto de Cuenca, el presidente del Consejo de Estado, Iñigo Cavero; Víctor García de la Concha, director de la Real Academia Española, de la que Jesús Aguirre era miembro; o el director general del Libro, Luis Fernando de Lanzas.

Antes del entierro en Loeches, la capilla ardiente con los restos mortales del duque de Alba quedó instalada en su residencia madrileña, a la que acudieron durante la tarde y noche del viernes y la mañana de ayer numerosas personalidades, entre las que destacó la reina Sofía, quien permaneció en el Palacio de Liria durante casi media hora. Al funeral, que fue oficiado por el párroco del pueblo, se sumaron además numerosas personalidades del mundo de la cultura, como el académico y periodista Luis María Ansón, o el presidente del Grupo Prisa, Jesús de Polanco, y los periodistas Antonio Burgos y Jaime Peñafiel. También se desplazaron al entierro el ex matador Curro Romero, el cantante Raphael y su mujer, Natalia Figueroa, y la consuegra de la duquesa, Carmen Ordóñez.