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WASHINGTON. Reuters. El presidente estadounidense, George W. Bush, quien el jueves dio a conocer sus planes para combatir el creciente consumo de drogas ilegales en el país, fue uno de los primeros en someterse en la Casa Blanca a un análisis obligatorio para detectar drogas. El portavoz de la Casa Blanca Ari Fleischer indicó que Bush y el vicepresidente Dick Cheney fueron los primeros en someterse a una prueba para detectar drogas, días después de asumir la presidencia en enero. «Como parte de la política de la Casa Blanca, todos los empleados que trabajen en la Oficina Ejecutiva del presidente deben hacerse un análisis para detectar drogas», dijo Fleischer en una rueda de prensa. «El análisis incluye al presidente y al vicepresidente», quienes «se sometieron a una prueba como condición para trabajar aquí. Fueron las dos primeras personas examinadas», agregó.

Desde que se iniciaron estas pruebas, 127 empleados de la Casa Blanca fueron examinados al azar, a fin de detectar el uso de drogas ilegales. Fleischer manifestó que el gobierno de Bush tiene una política de «tolerancia cero» con respecto al consumo de drogas. Si algún resultado diera positivo, se tomarían las medidas correspondientes, de acuerdo con Fleischer. El portavoz presidencial se negó a comentar si alguna prueba había dado positiva, alegando que esa era una cuestión privada.

Las personas que dieran resultados positivos serían tratadas en forma individual, a fin de determinar la seriedad de la adicción y si necesitan someterse a un tratamiento. «Y si la situación no se resuelve, las consecuencias podrían acarrear desde una carta de reprimenda, hasta el despido», afirmó Fleischer. Este programa antidrogas también se puso en práctica durante presidencias anteriores.